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Endesa evita dar por seguro el cierre de las nucleares en el 2035

José Bogas, consejero delegado de Endesa, durante los resultados del 2019

José Bogas, consejero delegado de Endesa, durante los resultados del 2019 / periodico

P. Allendesalazar

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Endesa mantiene como "hipótesis básica" que todas sus nucleares estarán cerradas para el 2035, pero al mismo tiempo sigue dejando "la puerta abierta a todo". Así lo ha asegurado este martes su consejero delegado, José Bogas, antes de argumentar que "de aquí a 15 años pueden suceder muchas cosas". El mensaje va especialmente destinado a las centrales catalanas de Ascó (2033) y Vandellós (2035), las últimas que está previsto que clausure.

Tras fuertes discrepancias y con la intermediación del Ministerio de Transición Ecológica, las grandes eléctricas (Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP) firmaron hace un año un protocolo para las cinco plantas atómicas en funcionamiento que contempla su cierre escalonado entre el 2027 y el 2035 y que fue validado por el Gobierno en su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Endesa, sin embargo, siempre ha afirmado que es un plan "indicativo".

Bogas, así, ha sostenido que las fechas de cierre se podrán mantener "si se cumplen todas las previsiones" de dicho plan y ha defendido que lo realmente "importante" es lograr los objetivos de reducción de emisiones contaminantes de la estrategia del Gobierno. El ejecutivo, de esta forma, ha dejado entrever que no descarta tener que alargar la vida de las nucleares catalanas si no es posible sustituir su producción con renovables. De hecho, Endesa sigue amortizándolas como si fueran a estar en funcionamiento 50 años, más de lo previsto, una medida que de momento le ahorra 40 millones de euros al año.

Plan de contingencia

El directivo también ha desvelado que Endesa, controlada en un 70% por el grupo semipúblico italiano Enel, ha activado el plan de contingencia por el coronavirus, que incluye intentar evitar los viajes entre la península trasalpina y España. De hecho, sus consejeros italianos no han acudido físicamente a la última reunión del órgano de administración. La medida, ha explicado, se toma por "prudencia", aunque "quizás sea demasiado exagerada".  

Endesa ganó 171 millones de euros el año pasado, un 87,9% menos que los 1.417 millones del 2018 debido a las pérdidas contables que le ha supuesto el cierre anticipado de sus centrales de carbón (1.469 millones) y el recorte de la retribución que recibirá en el periodo 2020-2025 (404 millones) por prestar el servicio eléctrico en los territorios españoles extrapeninsulares. 

Sin estos efectos, el beneficio ordinario sería se 1.562 millones, un 3% más, la misma proporción en que crecerá el dividendo, hasta los 1,475 euros por acción. La deuda neta ha crecido en 607 millones, hasta los 6.377 millones de euros, debido al pago del dividendo, las inversiones en renovables (un 211% más que el año anterior) y la entrada en vigor de la nueva norma contable (NIIF 16), que ha supuesto un incremento de 274 millones. Las inversiones brutas se han situado en 2.202 millones, con un crecimiento del 50%.

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