Industria del automóvil

Los sindicatos exigen a Nissan un plan de futuro para las plantas en España

La pérdida de la producción de uno de los modelos más rentables que se fabrican en Zona Franca enciende las alarmas de un posible cierre

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Gabriel Ubieto

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Hasta 25.000 puestos de trabajo en toda España, entre directos e indirectos, dependen de que Nissan garantice el futuro de sus fábricas. Este es el mensaje que han mandado en rueda de prensa este jueves los sindicatos con representación en la fábrica de Zona Franca. La pérdida de la ‘pick-up’ X-Class, fabricada para Mercedes en la planta de Barcelona, encendió esta semana todas las alarmas y los sindicatos han iniciado una ronda de contactos y movilizaciones para exigir un nuevo plan industrial para las plantas españolas. Pues se temen que si la compañía opta por un nuevo recorte de plantilla, este pueda ser ya el del cierre.

Nissan no atraviesa actualmente su mejor momento, con malos resultados a nivel de ventas y con Europa como principal agujero. En el primer semestre fiscal (los japoneses lo computan de abril a septiembre) la firma automovilística disminuyó ventas el 5,9% respecto al mismo periodo del año anterior, lastradas estas por la caída del 19,7% en los mercados del ‘Viejo Continente’. En paralelo, el escándalo Ghosn, con el ex presidente repartiendo titulares desde Beirut. Y en abril, la dirección a nivel mundial tiene pendiente anunciar desde Japón donde se efectuarán más de 6.000 despidos que ya anunció el año pasado.

Los representantes de los trabajadores se temen que, dados los bajos niveles de producción que acumulan las plantas de Zona Franca, Ávila o Cantabria, parte de ese recorte caiga en España. Ante ello, las centrales con representación en Zona Franca han comparecido en bloque para exigir un plan industrial con perspectiva a 10 años que garantice el futuro de las plantas. Y han cifrado en 25.000 puestos de trabajo, entre empleos directos (alrededor de 3.200 en toda España) e indirectos (vía subcontratas o proveedores), los que están en riesgo.

Malos precedentes

El goteo de recortes de plantilla en Zona Franca durante los últimos años ha sido una constante. El último se saldó el pasado mayo con 600 despidos, la mayoría de ellos vía prejubilaciones, y dejó la plantilla en mínimos históricos, con poco más de 2.400 empleados. Las producciones son mínimas y las plantas barcelonesas (contando centros más pequeños como Montcada y Sant Andreu) operan a una capacidad de cerca del 20%, según han cifrado los sindicatos. Unas cifras parejas a las que registran en Ávila (400 trabajadores) y Cantabria (algo más de 200 trabajadores), según han explicado las centrales.

En este sentido, el presidente de Nissan Europa, Gianluca de Ficchy, fue claro el pasado martes cuando le comunicó oficialmente al comité de empresa la pérdida del pick-up de Mercedes. “La fabrica de Zona Franca ahora mismo no es rentable”, han explicado las centrales que les transmitió el directivo. Antes de julio Ficchy se comprometió a presentarles a los trabajadores de Zona Franca un plan de viabilidad, algo que podría ocurrir en abril; coincidiendo con la oficialización de los 6.000 despidos que tiene pendiente Nissan en todo el mundo.

Movilizaciones y contactos

Pese a que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció tras un encuentro en Davos con el presidente de la alianza Nissan-Renault que “el mantenimiento del empleo en la planta de Nissan en Barcelona está garantizado”; las centrales recelan. Este 2020 está previsto que Renault saque al mercado su nueva furgoneta eléctrica modelo Kangoo, que se fabrica con la misma plataforma de montaje que la NV200 eléctrica; actualmente ensamblada en Zona Franca. El precedente de la NV200 de gasolina, que la alianza Nissan-Renault ya se llevó a Francia hace unos años, inquieta a los trabajadores.

Ante dicho escenario, los sindicatos han decidido pasar a la ofensiva. Por un lado, pretenden iniciar estas semanas una ronda de contactos con las principales administraciones implicadas. Que los nuevos presupuestos de la Generalitat únicamente destinen 2,7 millones de euros a la promoción de la industria del automóvil no ha caído bien entre las centrales. Y, por el otro lado, los sindicatos han activado la vía de las movilizaciones. El 4 de febrero está convocada una concentración frente al consulado de Japón en Barcelona como primera acción de protesta.