TESTIMONIO

"Me hicieron salir por la puerta de atrás, me sentí humillada"

Inesa trabajo durante 11 años en H&M, hasta que fue despedida tras acumular varias bajas médicas

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inesa / periodico

Gabriel Ubieto

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Inesa es una de las conocidas como las '5 de H&M', cinco trabajadoras de la multinacional textil que trabajan en tiendas de Barcelona Girona hasta que fueron despedidas el año pasado. La empresa aplicó con ellas por primera vez, según afirman fuentes sindicales, el artículo 52-D del Estatuto de los Trabajadores; que habilita a una compañía a cesar a un trabajador si este acumula un cierto número de bajas de manera intermitente durante los últimos dos meses. Las cinco despedidas estaban cortadas por el mismo patrón: mujer, de mediana edad y con niños a cargo. Ella recibió la carta de extinción del contrato el pasado 18 de noviembre.

Inesa tenía una jornada a tiempo parcial con reducción de jornada, lo que le dejaba un sueldo escueto, de algo menos de 600 euros mensuales, aunque le venía bien para poder organizarse para cuidar de su hijo pequeño de nueve años. Nacida en Ucrania y con familia en Kazajistán, Inesa vive sola en Barcelona y necesita organizarse con mucha antelación con sus horarios para poder dejar y recoger a su pequeño del colegio. Con 50 años, llevaba 11 trabajando para H&M; seis en el centro comercial de La Maquinista y los últimos cinco en el de la plaza Glòries. "¿Dónde me van a contratar a mi ahora?", se pregunta. "Tengo experiencia, pero ahora solo buscan chicas jóvenes", se lamenta.

Según los últimos datos disponibles de la Encuesta de Población Activa (EPA), referentes al segundo trimestre del 2019, en España cuatro de cada diez desempleados tenían 45 años o más. Lo que equivale a 1,2 millones de parados de los 3,2 millones inscritos en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Esta proporción se ha disparado en la última década y responde a una cronificación del desempleo entre determinadas capas de la población, que una vez expulsadas del mercado de trabajo en el inicio de la recesión no ha podido reengancharse. Pues si en el 2019 cuatro de cada diez desempleados tenían más de 45 años, en el 2008 dicha proporción era de dos de cada diez; la mitad.

Inesa se formó como profesora de música en Ucrania; toca el piano y fue directora de coro antes de venirse a España, según cuenta. Se marchó en busca de una vida mejor para su hijo y "desde que llegué no he tenido tiempo de pensar en qué quería trabajar", explica. Los primeros años cuidó personas mayores como interna, en negro; hasta conseguir los permisos de trabajo y pasar a limpiar escaleras. Luego llegó H&M, en la que estaba contenta con el trabajo.

Esta madre soltera tiene una enfermedad crónica acreditada –insiste en enseñar los papeles médicos-, que le provoca tener que guardar reposo durante cortos periodos de tiempo. Periodos que intentaba acortar al máximo, ya que con los 580 euros que ganaba no podía permitirse dejar de ingresar ni un euro para poder llegar a final de mes. Inesa narra con visible malestar el momento en el que fue despedida. “Me hicieron salir por la puerta de atrás, como si fuera una delincuente", afirma. "Me sentí humillada", añade.