financiación pública

El Tesoro emite un 43% menos de lo previsto y ahorra 2.370 millones

Los bancos reducen su tenencia de deuda pero el Gobierno se opone a ponerle límites

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P. Allendesalazar

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El Tesoro ha cerrado este año con la emisión neta de 19.960 millones de euros de deuda, un 41,8% menos que en el 2018, un 42,9% por debajo de lo previsto por el Gobierno y la cifra más baja desde el 2007. Estas menores emisiones han permitido un ahorro de 2.371 millones en el pago de intereses (algo más de 24.000 millones) sobre lo calculado a principios del ejercicio por el departamento dependiente del Ministerio de Economía.

El tipo medio de la duda emitida se ha situado en un mínimo histórico del 0,23%, frente al 0,64% del 2018, lo que ha permitido reducir el interés promedio de la deuda en circulación del 2,39% del año pasado al 2,19%. "Ha sido un año muy especial; frente a lo que podíamos esperar a principios de año, se ha reducido el coste de forma significativa", ha sostenido el secretario general del Tesoro, Carlos San Basilio.

La rebaja, ha sostenido, ha sido posible gracias a los tipos de interés negativos impulsados por el Banco Central Europeo (BCE) para combatir la desaceleración, pero también a factores "específicos" de España, como a su juicio demuestra que la prima de riesgo (diferencial del interés del bono a 10 años español respecto al alemán de referencia, indicador del riesgo de impago a ojos de los inversores) haya bajado de los 117 a los 73 puntos básicos. Si se forma Gobierno y hay presupuestos, ha asegurado, este indicador podría bajar unos 30 puntos básicos adicionales, hasta el nivel que presentan Francia y Bélgica.

Aportación autonómica

También ha contribuido al menor coste los 3.300 millones captados directamente en el mercado por varias comunidades autónomas, que ha reducido la financiación que reciben del Estado, y también los más de 5.000 millones amortizados anticipadamente por varias autonomías de los fondos de financiación estatales. San Basilio, asimismo, ha confirmado que Andalucía ha dejado de cumplir las condiciones para poder financiarse directamente en el mercado y ha vuelto a recibir financiación estatal a través del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).  

El responsable del Tesoro también ha apuntado que el endeudamiento público respecto al PIB acabará el año en torno al 96%, algo por encima del 95,8% previsto inicialmente por el Gobierno, una desviación que ha achacado a la revisión de las cifras de crecimiento desde 1995 que realizó el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado septiembre. El Banco de España, por su parte, ha calculado este lunes que la deuda cerrará el ejercicio en el 96,6% del PIB.

Más internacionales

El Estado también ha aprovechado el entorno de tipos bajos para alargar la vida media de la deuda, que ha pasado de 7,45 a 7,55 años. Asimismo, se ha incrementado hasta el 45% la deuda en manos de inversores internacionales, especialmente asiáticos, mientras que las aseguradoras y fondos de pensiones han quedado en el 10%. El BCE, por su parte, es propietario del 20% de la deuda española en circulación, pero el Tesoro estima que aumentará hasta en torno al 25% por la reanudación del programa de compra de deuda de la zona euro.

Los bancos españoles, por su parte, han bajado al 15%, algo que San Basilio ha aplaudido porque "se va diluyendo el vínculo" entre la deuda estatal y el sector financiero, una de las causas de la crisis de la deuda del 2012. El alto cargo de Economía, sin embargo, ha asegurado que el Gobierno se opone a imponer un recargo de capital a los bancos por tener deuda pública, como han planteado países como Alemania.

En cambio, ha asegurado que el Ejecutivo estaría dispuesto a aceptar imponer límites a estas tenencias de deuda por parte de las entidades, aunque no le guste, siempre que se incluya en un "paquete más amplio" que incluya, entre otros elementos, la largamente postergada creación de un Fondo de Garantías de Depósitos europeo.