La fiesta del consumo

La procesión del 'Viernes negro'

Colas en los probadores y en las cajas de gigantes de la distribución como Primark, Zara o H&M

Jóvenes de Friday's for Future protestan por el Black Friday

Jóvenes de Friday's for Future protestan por el Black Friday / periodico

Sara Ledo

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Día de lluvia en Madrid, pero Black Friday, con todo lo que eso significa. Compras, descuentos y gente, mucha gente. Después de una semana de ofertas y descuentos en las tiendas y por Internet, y a pesar de que el jueves había quien reconocía que no osaría a ir de tiendas el 'Viernes Negro' para evitar el mogollón, la jornada ha sido una procesión. "Vamos a dar una vuelta y si vemos algo pues...", reconocía Laura Fernández en compañía de sus amigas.

La Gran Vía de Madrid se llenó. Sobre todo las grandes tiendas como Primark, Zara o H&M. Había colas en los probadores y colas para pagar. "Y eso que somos muchos", reconocía el dependiente de uno de estos gigantes. "Esta semana ha sido floja pero porque todo el mundo estaba esperando a hoy", agregó.

Y eso a pesar de que Greenpeace trató de boicotear la jornada con una gran pancarta en plena Gran Vía madrileña para protestar contra la "fiesta del consumismo" y su relación con la crisis climática. La protesta de la oenegé en Madrid no fue aislada. En Barcelona, la plaza Universitat también vivió su particular 'Viernes Negro' para protestar contra el consumismo desbocado. Según los datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente, en el año 2017 la industria textil generó más de 600 kilogramos de CO2 por habitante, lo que la convertiría en la segunda más contaminante a nivel internacional.

La arteria principal de Madrid estaba llena, pero a los alrededores les costó despegar. En Fuencarral había quien reconocía que por la mañana el día había estado un poco flojo (para ser Black Friday), pero lo cierto es que por la tarde costaba caminar. "La gente con este día (de lluvia) también va mucho a un centro comercial o compra online, eso es lo que yo he hecho", reconocía la dependienta de una tienda un poco más pequeña.

Algunos gigantes como Zara iniciaron online sus descuentos a las 22 de la noche. Andrea Van Schermbeek hizo entonces todas sus compras, y no debió ser la única porque en muchos momentos la aplicación se colapsaba, según contó. Las hay más organizadas, como Virginia Suárez, que seleccionó las prendas que había visto en las tiendas previamente –en su caso, en Mango, Douglas y Massimo Dutti—, las guardó en el carrito de cada aplicación y el viernes por la mañana las compró vía online "para evitar ir a la tienda".

Suárez da una pista. Y es que el gran día no solo es el viernes, sino que también empezará a serlo el lunes, cuando se celebra el Cyber Monday, porque las tiendas que no han vendido suficiente este fin de semana sacan los productos el lunes con un descuento mayor "para eliminar estoc". "El año pasado nos compramos una televisión que costaba 750 euros a 500 euros", dice orgullosa.

Descuentos, pero no chollos

El gran chollo no es fácil encontrarlo, al menos no en el Black Friday, día del que muchos usuarios se quejan de que los descuentos son mínimos. "Hay descuentos, pero del 20% como mucho, ¡esto no es América!", advierte Manuel González después de parar a comer tras estar "toda la mañana dando vueltas". Productivas vueltas. El resultado ha sido muchas bolsas llenas de ropa, una maleta, un perfume... "Así ya me quito los Reyes de en medio", se justifica.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha monitorizado los precios de más de 25.000 productos y la conclusión ha sido: "pocos cambios en la Black Week". Apenas uno de cada cinco productos está ahora más barato, mientras que casi uno de cada tres están ahora más caros que en algún momento de los 30 días previos. La imagen de las tiendas no da esa sensación. "Parece que sea gratis casi todo", como decía con ironía una clienta.