Colau insinúa que Agbar influyó en el Supremo en la sentencia sobre la gestión del agua

La alcaldesa denuncia una "especie de feudalismo judicial" que favorece a los grandes poderes económicos

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. / periodico

ACN

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La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha insinuado este viernes que Agbar ha influido en el Tribunal Supremo para que este dictara una sentencia a su favor en el conflicto relativo a la gestión del agua. La alcaldesa ha subrayado que su gobierno seguirá "trabajando por remunicipalizar el agua". "No nos dejaremos intimidar por esta decisión", ha advertido.

En declaraciones en Rac-1, Colau ha calificado de "extraño" que la nueva sentencia sea una "enmienda a la totalidad" a la que dictó inicialmente el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) que, al contrario que el Supremo, dio la razón al Ayuntamiento de Barcelona e invalidó la sociedad mixta Aigües de Barcelona, constituida en el 2012 por Agbar y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). 

A juicio de Colau, hay "detalles que llaman la atención", entre ellos que "la causa ha cambiado tres veces de sala hasta llegar, oh casualidad, a la sala que determinó que la sentencia de las hipotecas no se podía aplicar". "No es normal", ha concluido la alcaldesa.

Tras asegurar que Agbar tiene un convenio con Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para formar a jueces en materia de agua, Colau ha denunciado que hay una "especie de feudalismo judicial" que favorece en genera a los grandes poderes económicos.

La sentencia del Supremo complica los planes de remunicipalización del servicio del agua del Gobierno de Colau y del AMB, que es socio de la compañía concesionaria, pero que se opone a ella al ser un proyecto procedente de la etapa en la que presidía el área Xavier Trias (antigua CiU), con apoyo del PSC. Los 'comuns' tenían la esperanza de que el Supremo invalidara la sociedad mixta, que se ocupa del ciclo del agua para un área de unos tres millones de habitantes, para encarrilar sus planes de remuncipalización, ahora más complicados.