Barcelona acogerá a largo plazo la mayor feria de productos del mar

Barcelona acogerá a partir del 2021 la mayor feria mundial dedicada a los productos del mar. La Seafood Expo Global tendrá un impacto económico superior a los 100 millones de euros, según cálculos de la organización. La empresa promotora ha elegido Barcelona por las posibilidades de expansión en las instalaciones de la Fira y por la buena oferta hotelera de la ciudad. 

"Nuestra intención es seguir en Barcelona a largo plazo", aseguró Liz Plizga, vicepresidenta de Diversified Communications, empresa organizadora de la feria afincada en Boston. "La seguridad es importante y nos encantaría que la situación política en Catalunya se solucionase, pero en cualquier caso nuestra apuesta por Barcelona es a largo plazo", ha explicado Plizga, que ha reconocido que el traslado de la feria desde Bruselas se gestó hace tres años ante la constatación de que tras 29 años, estaban creciendo "por encima de las posibilidades de Bruselas".

El proceso de reservas de espacio para la feria se iniciará el próximo febrero. El pliego de condiciones confidencial firmado con Fira de Barcelona, incluye una reserva global de plazas hoteleras a precio pactado para las fechas de la feria, en abril. El certamen prevé ocupar al menos 40.000 metros cuadrados y atraer del orden de 29.000 visitantes profesionales. No es una macro feria al estilo de las grandes citas de feria de Barcelona, pero asegura la entrada de Barcelona en un nicho de mercado interesante, que abarca desde productos del mar y maquinaria de procesado, como oferta gastronómica para el canal de distribución profesional de hostelería, restauración y turístico. 

El director general de Fira de Barcelona, Constantí Serrallonga, destacó que Seafood es una "feria especial", uno de esos eventos que es líder mundial en su sector y que se encuentra en "constante expansión". La feria atraerá más de 2.000 empresas de 89 países y profesionales de 155 países.

Inestabilidad política y ferias

La presentación de la feria internacional Seafood llega en un momento delicado para la actividad ferial en Catalunya. La inestabilidad política en Catalunya, pocos meses antes de la celebración del Mobile World Congress (el 24 de febrero), ha causado una ola de protestas y cortes de carreteras por parte de grupos independentistas en las últimas semanas que preocupan a los organizadores de ferias internacionales. Si la inestabilidad política en Catalunya se mantiene en los próximos meses puede ser una amenaza para la feria de móviles, organizada por la firma GSMA, que podría llegar a rescindir su contrato previsto hasta el 2023 y trasladar el evento a otra ciudad en futuras ediciones. En cualquier caso, GSMA suele utilizar cualquier amenaza para intentar presionar al Ayuntamiento y a la Fira e introducir mejoras en los acuerdos firmados, como durante las movilizaciones de los taxistas en Barcelona en la anterior edición. Lisboa siempre ha sido una candidata a suceder a Barcelona en la organización de cualquier feria y está atenta a recoger el testigo. El impacto económico del Mobile es de unos 475 millones de euros y atrae a más de 100.000 visitantes. 

Confianza en la ciudad

Preguntada por si le preocupaban los disturbios vividos en las últimas semanas en Barcelona a raíz de la situación política, Plizga ha mostrado su "plena confianza" en la ciudad y ha recordado que en Bruselas vivieron unos atentados y que cinco semanas después de esos incidentes se pudo celebrar el evento, por lo que ha dicho tener "plena fe" en la capacidad de organización de la capital catalana. "Nos encantaría que se resolviera la situación política", ha confesado Plizga, pero ha comentado que cualquier evento está expuesto a factores externos.