TRANSPORTE AÉREO

Vueling decidirá antes de final de año si cambia de empresa de 'handling'

Imagen de archivo de un avión de la compañía Vueling, en el aeropuerto del Prat de Llobregat.

Imagen de archivo de un avión de la compañía Vueling, en el aeropuerto del Prat de Llobregat. / periodico

Eduardo López Alonso

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La compañía Vueling decidirá antes de que acabe el año si cambia de empresa de 'handling' o gestión de equipajes tras las diversas jornadas de huelga del personal de tierra de Iberia en julio y agosto. El director del Departamento de Clientes de Vueling, Calum Laming, defendió este martes que aunque Iberia es un socio estratégico y accionista, Vueling está estudiando autogestionar el servicio o subcontratarlo con otra compañía. Incluso valora la posibilidad de probar antes en otro aeropuerto la posibilidad de suspender el servicio que actualmente ofrece Iberia.

Laming precisó que en cualquier caso todavía no se ha tomado la decisión y que si finalmente se opta por que la compañía, la más importante del Aeropuerto de Barcelona, autogestione el servicio no se hará el cambio en plena temporada de verano del 2020.

Vueling aseguró que ha invertido 70 millones de euros entre el 2017 y el 2019 en "mejoras para el cliente", que se han traducido en una temporada veraniega de "éxito", con más de 88.000 vuelos operados (un 4,5% más) y unos índices de puntualidad del 80%, (7,6 puntos por encima del 2018) y un índice de regularidad del 98,8%. 

El departamento de atención al cliente que dirige Laming se ha convertido en el epicentro de los esfuerzos de la compañía, tras algunos años marcados por las huelgas y el caos en la gestión del pasaje. Ese momento crítico ha pasado y la compañía intenta ahora mejorar su oferta de servicios y equipos. Entre los más valorados, Laming destacó la mejora de los procesos de 'check in', de embarque y "la experiencia a bordo", como es la reciente incorporación de servicio wifi de pago en los aviones.  

Entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, Vueling canceló más de 400 vuelos, la mayoría de los cuales por las protestas de los trabajadores del servicio de tierra. Alrededor de 170 vuelos fueron cancelados por razones vinculadas a los disturbios desatados tras la sentencia del 'procés'. En opinión de Laming, reconoció que tuvieron que cancelar vuelos y que esa situación se gestionó "como si fuera una tormenta". Sobre la situación de inestabilidad en Barcelona y las consecuencias en el tráfico aéreo, Laming reconoció que no se ha notado nada todavía "porque es muy reciente", aunque reconoció que "podría afectar a la economía en general y afectar a todas las compañías". 

El gran temor de Vueling es que en los próximos meses, si la incertidumbre política se mantiene, las empresas empiecen a replantear sus inversiones o su actividad profesional. Son las empresas las que fortalecen la actividad de las aerolíneas durante los meses de invierno.