EMPLEO Y FAMILIAS MONOPARENTALES

Las mujeres tiran del carro de los hogares monoparentales

Los hogares monoparentales se han incrementado en el último año un 2% en España y 8 de cada 10 de ellos están encabezados por mujeres, pero lo realmente preocupante es que uno de cada dos hogares de este tipo se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión.

Los hogares monoparentales se han incrementado en el último año un 2% en España y 8 de cada 10 de ellos están encabezados por mujeres, pero lo realmente preocupante es que uno de cada dos de estos hogares se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión

Hogares monoparentales: las mujeres tiran del carro

Hogares monoparentales: las mujeres tiran del carro / economia

Nora Benito

Nora Benito

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El 10,1% de los hogares en España son monoparentales -1 878 000 hogares-, y el 82% de ellos está encabezado por mujeres -más de 1,5 millones de hogares-, según el ‘Informe Monomarentalidad y Empleo’ de Fundación Adecco.

Pero lo realmente preocupante es que uno de cada dos hogares monoparentales está en riesgo de pobreza y exclusión (AROPE) en nuestro país, con una tasa de pobreza infantil 15 veces superior a la media, según las conclusiones del estudio ‘Género, Monoparentalidad y Rentas Mínimas’ de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN), que sirve para hacer un escáner de la situación actual de las familias monoparentales en España. 

En concreto, el 47,9% de los hogares monoparentales españoles se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión. Mujeres solteras, de entre 41 y 50 años, con un hijo a cargo y ocupada. Ese es el perfil de las mujeres en hogares monomarentales, según la encuesta de la Fundación Adecco. 

Y es que a medida que aumenta el número de hijos por hogar disminuye la ocupación de mujeres monomarentales. Tal es así, que pobreza, exclusión social y hogares monoparentales van de la mano en muchas ocasiones. Los estigmas sociales y las cargas económicas no compartidas son aspectos que añaden vulnerabilidad a las circunstancias de estas estructuras familiares.

PRECARIEDAD DE LAS FAMILIAS MONOMARENTALES

Mujer española de entre 35 y 44 años, con nivel de estudios bajo y con hijos a cargo. Este es el perfil de las personas que reciben rentas mínimas autonómicas en nuestro país.

Según Isabel Pérez, consultora de Fundación Adecco, “las mujeres con responsabilidades no compartidas suelen acceder a empleos de baja cualificación y jornada parcial, pues priorizan la flexibilidad y el horario antes que las funciones a desempeñar; empleos que tienen unos salarios muy bajos y que en muchas ocasiones les obligan, por necesidad, a combinarlos con segundos empleos, ya sea en empresa ordinaria o en la economía sumergida”. 

Por regiones, según el informe de Fundación Adecco, Ceuta (89%), Extremadura (80%) y Andalucía (69%) son las zonas en las que las familias monoparentales tienen mayor riesgo de pobreza.

LA POBREZA SE HEREDA

En muchas ocasiones, la falta de medidas de conciliación y, ante la imposibilidad de compaginar trabajo y responsabilidades de la vida familiar, muchas cabeza de familia acaban realizando trabajos bajo la economía sumergida que, en palabras del director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, “genera una desprotección al trabajador en todos los ámbitos, conduciendo directamente a la precariedad y a la exclusión social. Por ello, regularizar estos empleos ha de ser una prioridad que nos permitirá reconocer social y económicamente trabajos como el cuidado a dependientes, uno de los menos controlados y en los que más se concentran las mujeres con responsabilidades familiares no compartidas”. 

Para ayudar a paliar la situación precaria de estas familias monoparentales, desde EAPN se recomienda el desarrollo de una normativa para este colectivo específico y la instauración de una renta mínima estatal al igual que existe el ingreso mínimo vital. 

La pobreza se hereda. En familias pobres nacerán niños pobres; constituyendo un círculo vicioso del que es difícil salir. Por ello, en los últimos años se está demandando una normativa parecida a la Ley de Protección a Familias Numerosas para unificar lo que se entiende por familia monoparental y sus derechos y deberes. El fin último: promover medidas que protejan a estas familias para paliar esa transmisión de pobreza entre generaciones.