Miles de olivareros se manifiestan en demanda de precios justos

Miles de olivareros de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia, La Rioja y Catalunya se manifestaron este jueves en Madrid en demanda de unos precios justos para la aceituna y el aceite después de sufrir un recorte del 44% en el último año, hasta una media de 2,75 euros por kilo de aceite.

Bajo el lema de "Precios justos para un olivar vivo" entre 30.000 y 8.000 agricultores --según los respectivos cálculos de los organizadores y de la Delegación del Gobierno-- recorrieron el trayecto entre la madrileña Puerta de Alcalá y el Ministerio de Agricultura, convocados por las organizaciones Asaja, Coag, UPA y Cooperativas Agroalimentarias, en demanda de soluciones para el sector. "Lo que pedimos no cuesta dinero", proclamó el secretario general de Asaja, Pedro Barato, ante la sede de Agricultura.

Almacenamiento y autorregulación

Los olivareros demandan, sobre todo, mecanismos que les permitan adecuar la oferta de aceite a la demanda para no sucumbir al hundimiento de los precios. La posibilidad de almacenar el producto a un coste asumible y mecanismos de autorregulación en las cooperativas agrarias para dar salida al producto son de las medidas que reclaman los representantes de un sector del que se calcula que viven más de 250.000 familias en España. Además, se reclama algún tipo de norma legislativa que impida la venta a pérdidas del producto.

Por si el sector venía arrastrando pocos problemas, la amenaza del presidente de EEUU, Donald Trump de elevar al 25% el arancel sobre el aceite español ha añadido la última gota al descontento de los olivareros. "¿Qué coño tienen que ver los aviones con el aceite?" preguntó Barato desde el atril, haciendo alusión a la represalia adoptada por EEUU contra el olivar en compensación por las ayudas de estado europeas a la firma aeronáutica Airbus.  

Venta a pérdidas

El secretario general de COAG, Miguel Blanco, denunció que en la última campaña se haya quitado a los olivareros más de 1.000 millones de euros, debido a que "la industria envasadora especula con los precios por sus propios intereses, manipulando los precios y las cantidades sin un control por parte de la Administración Pública".

A todo ello se suman, según el sector, las prácticas comerciales desleales de las cadenas de distribución que utilizan el aceite de oliva como producto reclamo, "tirando por tierra la imagen de un producto de excelencia y contribuyendo a la tendencia a la baja de los precios"

Desde Logroño, donde se encontraba el ministro de Agricultura en funciones, Luis Planas expresó su "comprensión y solidaridad" on los olivareros. "Hemos estado trabajando con las cooperativas agrarias de España para conseguir que se pueda producir una autorregulación autorizada por la Comisión Europea" ante "este efecto tobogán de subida y bajada de los precios en función de la evolución cuantitativa de las campañas", dijo Planas.