revolución fiscal

La OCDE propone que las grandes tecnológicas paguen impuestos donde hacen negocio

El organismo someterá la iniciativa al G20 para lograr un acuerdo sobre la nueva fiscalidad internacional antes del 2020

Centro logístico de Amazon en Dortmund, Alemania

Centro logístico de Amazon en Dortmund, Alemania / periodico

Eva Cantón

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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha desvelado este miércoles sus propuestas para responder al espinoso asunto de las grandes empresas tecnológicas acostumbradas a escapar al fisco.

El organismo internacional plantea que compañías como Google, Apple, Facebook o Amazon  -conocidas bajo el acrónimo GAFA- tributen en los países donde ejerzan su actividad y logren beneficios y no sólo donde tengan físicamente su sede social.

Aunque la reforma de la OCDE es ambiciosa y tendrá que poner de acuerdo a actores tan mal avenidos como Donald Trump y Xi Jinping su objetivo es sencillo: sustituir un modelo impositivo obsoleto, que data de los años 20 del pasado siglo, incapaz de gravar los beneficios de las compañías digitales en un mundo globalizado. En definitiva, un nuevo sistema diseñado para el siglo XXI que otorga nuevos derechos fiscales a los países donde operan los gigantes de la red.  

“Los derechos fiscales no pueden ceñirse exclusivamente a la presencia física”, indica el documento elaborado por el organismo con sede en París. Ahora mismo, una empresa está obligada a pagar impuestos sólo donde tiene una base permanente, lo que impide a los países en los que operan aplicarles una tasa sobre los beneficios comerciales que obtienen por su actividad.

El sistema previsto por la OCDE se aplicaría a las empresas cuyos ingresos procedan de una actividad ejercida a través de internet -ya sea venta, publicidad o distribución de productos-  que genere una determinada cifra de negocios, y tenga una interacción “duradera” con los consumidores del país en cuestión.

Una de las pistas es situar el listón en los 750 millones de euros, pero la cifra tendrá que ser objeto de negociación, igual que el tipo impositivo. El Estado en cuestión no podrá gravar la totalidad de los beneficios sino solo una parte, básicamente para evitar la doble imposición. “Conviene repartir los beneficios de manera justa y simple”, sostiene Pascal Saint Amans, responsable de política fiscal de la OCDE.

El organismo separa los beneficios generados por las actividades empresariales “clásicas”, esto es producción, distribución, investigación y desarrollo de los generados por las licencias. En todo caso, frena las tentaciones de las GAFA de contabilizar sus beneficios en países con condiciones fiscales favorables.

La propuesta es fruto de las aportaciones realizadas por 130 países, empresas, asociaciones y universidades y será examinada en la reunión de los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales de los miembros del G20 –los 19 países más ricos del mundo y la UE- que se celebrará en Washington los próximos 17 y 18 de octubre. Luego tendrá que discutirse en el comité de asuntos fiscales de la OCDE.

“Logramos avances tangibles para resolver los problemas fiscales que conlleva la digitalización de la economía y seguiremos caminando hacia una solución consensuada para refundar el sistema fiscal internacional de aquí a 2020”, ha dicho el secretario general de la organización, Ángel Gurría.

Riesgo de medidas unilaterales

La OCDE avisa que si no se alcanzara un acuerdo aumentaría considerablemente el riesgo de que los países adopten medidas unilaterales, echando un poco más de leña al fuego de la desaceleración económica mundial que auguran todos los organismos financieros internacionales. “No debemos permitir que eso ocurra”, advierte Gurría.

La reforma sustituiría la aplicación unilateral del impuesto a las GAFA adoptadas por algunos países como Francia o Reino Unido y contribuiría a una mayor armonización y estabilidad fiscal.