La sostenibildad de la Seguridad Social

La cita electoral revoluciona el tradicional debate otoñal sobre pensiones

Imagen de una manifestación de pensionistas en Bilbao, en febrero del 2018.

Imagen de una manifestación de pensionistas en Bilbao, en febrero del 2018. / periodico

Rosa María Sánchez

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Todos los otoños pasa lo mismo. Bancos y aseguradoras bombardean a sus clientes con campañas comerciales para captar sus últimas aportaciones del año, las más jugosas, a los planes de pensiones. Y todo ello se acompaña con informes, charlas, conferencias y jornadas que ponen el acento en la insuficiencia financiera del sistema público de pensiones antes de acabar aconsejando la dotación de un plan de pensiones. "Las empresas privadas de fondos de pensiones aceleran su publicidad, poniendo la duda sobre las pensiones", acertó a denunciar en su día la exministra de Trabajo del PP Celia Villalobos, harta de los negros augurios que contaminaban los debates del Pacto de Toledo para la reforma de la Seguridad Social.

Otoño no es una estación tranquila para el debate sobre el futuro del sistema de pensiones y en esta ocasión solo ha faltado la convocatoria de unas elecciones generales, el 10 de noviembre, para acabar revolucionando cualquier intento de debate sosegado.

El mismo día que se disolvieron las Cortes Generales, el 23 de septiembre, salieron dos columnas de pensionistas desde Bilbao y desde Rota (Cádiz) camino de Madrid para encontrarse el día 15 de octubre en la madrileña Puerta del Sol y acudir el día 16 ante las puertas del Congreso de los Diputados para exigir la subida de las pensiones con el índice de precios de consumo (IPC) y una pensión mínima de 1.084 euros.   

CCOO y UGT, por su parte, inician este miércoles con Unidas Podemos su ronda de contactos con las diferentes formaciones políticas para exigirles que se comprometan a la revalorización de las pensiones conforme al IPC, entre otras medidas relativas al sistema público de prestaciones sociales.

El disparo de Sánchez

Y en este contexto, ha sido el candidato socialista y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, quien ha encendido la mecha del debate electoral sobre las pensiones. Este lunes, durante la presentación de las líneas principales del que será su programa electoral, Sánchez anunció que su Gobierno, en caso de ganar las elecciones, en diciembre subirá las pensiones del 2020 de acuerdo con "el IPC real".

No es nueva la intención socialista de subir las pensiones de acuerdo con el IPC y de garantizar el poder adquisitivo de las prestaciones con el dato real del inflación (añadiendo una 'paguilla' compensatoria en los meses de enero si el IPC se sitúa por encima de la subida inicial). 

Lo que es nuevo es la intención, reconocida este martes por la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, de intentar sacar adelante un decreto de subida de las pensiones en diciembre, aún en el caso de que el actual Gobierno socialista siga en funciones por la tardanza en constituir uno nuevo, como pasó tras las elecciones del 28 de abril.

Es esta disposición a sacar adelante el decreto aunque el Gobierno esté en funciones lo que ha introducido de lleno las pensiones en el debate electoral. Hay más de 10 millones de pensionistas de uno y otro tipo y todos ellos están llamados a las urnas el 10 de noviembre. "Hay muchas personas y muchas familias afectadas", ha dicho la ministra Valerio.

La ministra ha dado a entender que la subida se haría con arreglo a la previsión de inflación que la ministra de Economía, Nadia Calviño, incluya en Plan Presupuestario que debe presentar en Bruselas antes del 15 de octubre. El Banco de España pronostica un IPC del 1,1% para el 2020.

La irrupción del debate ha pillado con el pie cambiado al PP. Su líder, Pablo Casado, ha criticado que las pensiones sean incorporadas a "los mítines electorales" pero ha acabado reconociendo que su partido apoyará "lo que llegue" al Congreso de los Diputados en materia de revalorizaciónde las pensiones si "finalmente" el PSOE decide hacerlo de forma urgente

Fuentes del partido popular interpretan la prontitud con la que Sánchez ha agitado el tema de las pensiones (a más de un mes de la fecha electoral) como una señal de debilidad socialista en las encuestas electorales ante la cual habría reaccionado el líder socialista echando mano de su principal arsenal, informa Pilar Santos

Esperando el debate de fondo

"Es bueno que en elecciones se abra el debate sobre una cuestión de Estado tan importante como las pensiones", ha valorado el secretario general de CCOO, Unai Sordo. "Lo que me preocupa es el efectismo", ha censurado el líder sindical. 

Y es que el clima electoral no favorece el debate profundo que merece la búsqueda de soluciones a la sostenibilidad del sistema de pensiones. Hay más de una decena de cuestiones que quedaron aparcadas en la mesa de la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo en febrero pasado, cuando el anuncio de las elecciones del 28 de abril hizo abortar el principio de acuerdo al que habían llegado las fuerzas políticas

En los últimos días, tanto el Banco de España como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) se habían adentrado en el debate de fondo sobre la necesaria reforma del sistema. El diferente enfoque de ambas instituciones anunciaba un debate rico. El Banco de España pone el acento en la necesidad de "ajustes de calado en los ingresos y en los gastos" para dotar de sostenibilidad al sistema de pensiones públicas. La Airef ve necesarias las reformas pero en sus informes pone el acento en que "el problema es manejable".

Las contradicciones de un Gobierno en funciones

Hasta ahora, las ministras de Hacienda, María Jesús Montero, y de Trabajo, Magdalena Valerio, mantenían que un Gobierno en funciones no podría subir las pensiones del 2020 en diciembre y que habría que esperar a la constitución de un nuevo Ejecutivo. Era el mismo criterio aplicado por Hacienda para no poder actualizar las entregas a cuenta de las autonomías.