El Banco de España avisa de la necesidad de ajustes profundos en el sistema de pensiones

El Banco de España avisa de que garantizar la viabilidad "social y financiera" del sistema público de pensiones va a requerir "reformas de calado", con ajustes "tanto por el lado de los ingresos como el de los gastos", después de que los últimos Gobiernos del PP y del PSOE decidieron volver a actualizar las prestaciones de acuerdo con el IPC y dejar en suspenso el factor de sostenibilidad para adecuar de forma automática las cuantías a la esperanza de vida. 

El director general de Economía y Estadísticas del Banco de España, Oscar Arce, ha lanzado estas advertencias este miércoles, durante su participación en las jornadas anuales del BBVA sobre el sistema de pensiones. Quienes hayan oído este miércoles lanzar este aviso al representante del Banco de España, después de haber escuchado el martes al presidente de la Autoridad Fiscal, José Luis Escrivá, decir a que el problema de sostenibilidad de las pensiones es "manejable" puede caer presa de la confusión.

Lo cierto es que entre los análisis del Banco de España y de la Airef existen, al menos, dos diferencias fundamentales.

Dos diferencias

El Banco de España parte de unas previsiones demográficas más pesimistas que las de la Airef, que cuenta con un cierto repunte de la inmigración y una mejora en la tasa de fecundidad.

Ambas instituciones cifran en alrededor de 1,5 puntos de PIB el déficit estructural del sistema de pensiones. Pero el Banco de España parte de que es preciso encontrar la viabilidad del modelo con ajustes dentro del sistema de ingresos (cotizaciones) y gastos (pensiones) de la Seguridad Social. Por su parte, la Autoridad Fiscal considera que la mayor parte de este desequilibrio se debe a que la Seguridad Social está asumiendo cargas no contributivas que no le corresponden y que deberían se resueltas con ajustes en el sistema de ingresos y gastos de los Presupuestos Generales del Estado. Esta es la segunda gran diferencia entre ambas instituciones.

Efecto "bola de nieve"

Durante su intervención en el foro del BBVA, el director del Banco de España ha explicado que las reformas adoptadas en el 2011 y el 2013 encauzaron el sistema de pensiones hacia sus sostenibilidad financiera. 

En el 2011, el Gobierno socialista decidió elevar de 65 a 67 años la edad legal de jubilación y ampliar a 25 años la base para calcular la cuantía de cada pensión.

En el 2013, el Gobierno del PP impuso un índice de revalorización de las pensiones (IRP) que en la práctica podía limitar la subida de estas a un 0,25% durante décadas y dipuso la creación de un factor de sostenibilidad. 

"El punto débil" de la reforma del PP es que lograba la sostenibilidad del sistema "a costa de una reducción importante de la generosidad del sistema", según Arce. Sin embargo, la reciente suspensión de estas medidas reabre las dudas sobre la "viabiidad financiera del sistema". El Banco de España calcula que, en ausencia de medidas adicionales, vincular las pensiones al IPC causaría un efecto "bola de nieve" que acabaría aumentando el gasto en, aproximadamente 2 puntos del PIB en el año 2030 y en más de 3 puntos en el 2050.

Cuidado con la venta de hipotecas inversas

Durante su intervención, Arce ha explicado que no le corresponde al Banco de España plantear cuáles deben ser las reformas necesarias pero sí evaluar las ventajas y los inconvenientes de las distintas propuestas que están en el debate público.

En relación a las propuestas para completar con ahorro privado las pensiones, el Banco de España ha constado la "evidencia" de que los incentivos fiscales a favor de los planes de previsión social tienen un efecto "limitado" en la generación de ahorro y "concentrado" en los contribuyentes de rentas más altas.

Frente a esto, Arce ha apelado a "legisladores, reguladores y sector financiero" a pensar en fórmulas que permitan movilizar el ahorro en vivienda propia a favor de mayores ingresos para la jubilación. Se trata sobre todo de la figura de la hipoteca inversa, en la que el jubilado puede obtener un crédito de una entidad financiera con la vivienda como garantía o vender el inmueble al banco a cambio de una cantidad o de una renta anual, entre otras fórmulas posibles.

En todo caso, como representante del Banco de España, Arce ha insistido en que las entidades deben cuidar al máximo la comercialización de estos productos, por constituir una cuestión "verdaderamente delicada" para los propietarios jubilados.