Relaciones laborales 4.0

Glovo acepta cotizar más por sus 'riders' si hay una reforma a medida

Deliveroo, Uber Eats, Tech Buddy celebran junto a sindicatos, asociaciones y Administración un congreso para debatir los futuros modelos laborales

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Gabriel Ubieto

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Las empresas de plataformas digitales aprietan por la vía política para encontrar un encaje a medida para sus modelos laborales. Y, tras las dificultades y oposición que encuentran desde las autoridades laborales, GlovoDeliveroo y compañía están azuzando el debate público para abrir el melón de un nuevo Estatuto de los Trabajadores. Así ha quedado patente esta semana en el congreso  de relaciones laborales Reshaping Work, celebrado en Barcelona y promovido desde la patronal Adigital en colaboración con la Administración.  

Uno de los estandartes mediáticos de dicho sector, aunque no por ello el más relevante a nivel de actividad económica, Glovo dio más pistas sobre hacia donde estarían dispuestos a llegar para conseguir un reconocimiento explícito a su modelo. Su fundador, Oscar Pierre, afirmó estar dispuesto a pagar más cotizaciones a la Seguridad Social para aumentar la protección, formación y cobertura de sus repartidores. No obstante, siempre que estos sigan como trabajadores por cuenta propia y el Gobierno se aviniera a modificar el actual ordenamiento jurídico para dar encaje a la figura que reivindican desde el sector y han bautizado como “autónomo digital”.

De momento, y al igual que otros muchos sectores de la economía que no necesariamente abanderan el discurso de la disrupción tecnológica, este también lamenta los efectos de la paralisis política que vive el país, inmerso de nuevo en otro proceso electoral. Glovo se reunió el pasado 17 de septiembre por primera vez con la ministra de Trabajo en funciones, Magdalena Valerio. Desde Glovo afirman que la dirigente socialista se mostró receptiva a sus revindicaciones, aunque también que les transmitió que la flexibilidad que ellos demandan para sus ‘riders’ ya tiene cabida dentro del régimen general actual. Para entrar en reformas les remitió a la promesa electoral que lleva el PSOE en su programa sobre la elaboración de  un nuevo Estatuto de los Trabajadores para el siglo XXI.

Tras varios varapalos de la Inspección de Trabajo, Pierre reconoció que, a la espera de ese debate todavía sin fecha ni contenido, la prioridad de Glovo pasa por seguir en España. Incluso si finalmente el Tribunal Supremo acaba dictando que sus ‘riders’ son falsos autónomos y deben ser contratados como asalariados. “Cumpliremos con lo que haya que cumplir […] aunque no es nuestro modelo”, reconoció Pierre; quién también traslado que el aumento de costes los acabarán pagando los consumidores y los restaurantes.

"Lo que piden no es nada nuevo"

Varias voces más se congregaron esta semana en el Reshaping Work y alguna de ellas remarcó que la adaptación de la legislación laboral a los modelos de las plataformas, bajo el discurso de la disrupción tecnológica, no es nada nuevo. “Hace 100 años las grandes industrias también exigían trajes a medida o amenazaban con irse”, declaró el secretario de políticas sectoriales de CCOOCarlos del Barrio

Otro de los ‘late motiv’ que repitieron representantes de Deliveroo o Uber Eats, haciendo la empresa de vocero de los intereses de sus repartidores, fue la necesidad de altas dosis de flexibilidad que justificaban su modelo de autónomos. Demandas similares expresaron desde Tech Buddy, que conecta informáticos 'amateurs' con domicilios con algo que reparar; Clintu, una plataforma en la que los usuarios solicitan los servicios de limpieza de profesionales; o Malt, un portal para autónomos de todo tipo que venden sus servicios cualificados a empresas. 

Desde la asociación argentina de ‘riders’ APP Sindical disintieron y remarcaron que ningún ‘rider’ ha conseguido negociar sus tarifas con estas empresas: “juegan con nuestra necesidad”, afirmó una de sus representantes, María Fierro. Quiénes quisieron expresar más con su ausencia de lo que creían poder manifestar con su presencia (declinaron la invitación) fueron RidersXDerechos, los homólogos de Fierro en Catalunya y la asociación más activa a la hora de reivindicar la laboralidad de los 'riders' con las diversas plataformas.Pese a que el congreso aspiraba a escapar e ir más allá de la figura de los repartidores, omnipresentes ya hoy en día en el paisaje urbano, no lo consiguió en la mayoría de sus mesas.

La Administración no quiso “ponerse de espaldas” a las nuevas realidades, como algunos le recriminaron durante el congreso, y reconoció que no es posible legislar de manera eficiente con “los mismos decretos que cuando solo existían las agencias de viajes o cuando no había smartphones”, declaró el director ejecutivo de estrategias de ocupación de Barcelona ActivaPaco Ramos. El director de relaciones laborales del Departament de TreballEnric Vinaixa, admitió que la judicialización de los procesos no suele ser buena, aunque los nuevos consensos siempre deben partir de los derechos ganados en épocas anteriores (evocó la jornada de ocho horas conquistada hace un siglo).