efectos del conflicto

Guerra comercial: la opinión de los expertos

El presidente de China, Xi Jinping, y de EEUU, Donald Trump, durante un encuentro en Pekín.

El presidente de China, Xi Jinping, y de EEUU, Donald Trump, durante un encuentro en Pekín. / periodico

Max Jiménez Botías

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

“Las consecuencias de la guerra comercial ya se notan en Europa”

Joaquin Maudos. Director adjunto del IVIE y catedrático de la Universidad de Valencia

“Las consecuencias negativas de la guerra comercial y ahora de divisas entre EEUU y China ya se están materializando sobre la Unión Europea como demuestran las revisiones a la baja que el FMI ha hecho de las previsiones de crecimiento del PIB”, considera Joaquín Maudos. En su opinión, algunas de las grandes economías europeas, y especialmente su "locomotora" (Alemania), están sufriendo los efectos con una fuerte caída de sus exportaciones (sobre todo de automóviles).  

El mayor impacto de la guerra comercial está en las exportaciones de la eurozona, señala. “Si ahora además se recrudece la situación vía tipo de cambio, la pérdida de competitividad es aún mayor, lo que puede obligar a tomar medidas al BCE, sobre todo si la Fed baja antes y con más intensidad sus tipos de intervención”.  

Destaca que en ese escenario, es razonable pensar que el BCE baje tipos, reactive el programa de compra de deuda y reduzca el tipo de interés por debajo del 0% actual, “lo que penalizará aún más el tipo negativo de la facilidad de depósitos que está ahora en el -0,4%, para situar la inflación en su nivel objetivo y evitar una apreciación del euro. “Hay que tener en cuenta que si el euro se aprecia por la depreciación de otras divisas, eso abarata las importaciones europeas, y eso presiona a la baja la inflación, que ya está por debajo del objetivo del 2% del BCE”.  

En resumen, “si de protección comercial pasamos a guerra de divisas, el comercio internacional sale perdiendo, y por tanto el crecimiento económico”. Además, pone de manifiesto que la incertidumbre generada respecto a la posible escalada en las reacciones mutuas entre EEUU y China pasa una multimillonaria factura en las bolsas, con una pérdida de riqueza que afecta negativamente al consumo y a la inversión. 

“Trump se equivoca, China no depende solo de las exportaciones”

Pedro Nuevo. Profesor Emérito en el Departamento de Emprendimiento, IESE y Profesor y Presidente Honorario, CEIBS (Shanghai, Beijing, Shenzhen, Accra, Zurich).

  

Trump se equivoca. China tiene suficiente flexibilidad para que la economía funcione por su propio consumo interno. No depende solo de las exportaciones”, afirma el profesor del IESE, Pedro Nueno, que dirige la delegación de la escuela en Shangái. Apunta, en este sentido que, “el mundo es muy grande y se pueden incrementar las relaciones con otras zonas. Con África con el oeste asiático o con el este europeo. Jinping intenta restaurar la nueva Ruta de la Seda, que incluye al Este de Europa”, explica. 

Por el contrario, considera que en EEUU hay compañías que dependen mucho de las importaciones de China. Esta situación no es buena para las empresas, pero tampoco para los consumidores. Aunque, en su opinión, “La actitud de Jinping es la de tranquilizar la situación y concentrarse en la mejora del país. Creo que afronta la situación con racionalidad y no contribuye a ahondar en los desastres que provoca Trump”. 

Nueno muestra su rechazo a la política comercial de la Administración estadounidense. “Es una barbaridad lo que está haciendo Trump. Por lo que comentan mis colegas de Hardvard o los financieros de Wall Street, la situación no es buena. Trump gobierna  para una parte de la población, que es su electorado. Son los que se creen en la idea de vamos a hacer América grande otra vez”.  

No es esta, sin embargo, una visión que comparten las compañías. “Para las empresas agrícolas norteamericanas que exportan a China esta situación es un desastre. Aunque es verdad que muchas de las amenazas de Trump después se han ido matizando. No es de extrañar que luego negocie alguna forma de solucionar la situación”. 

“Es muy difícil para el comercio mundial”

Jaume Puig. Director general de GVC Gaesco Gestora 

Para el responsable de la gestora de GVC Gaesco que gestiona fondos que se comercializan en Asia, Europa no es, de momento, el principal perjudicado por la guerra comercial. Destaca que, pese a todo, hay beneficiarios de la guerra comercial. Son los países del Sudeste asiático, con Vietnam a la cabeza, por una banda, y los países de Latinoamérica, por otra.  “Eso no quiere decir que no haya beneficiados en Europa, Francia, por ejemplo, puede resultar muy beneficiada si China pone aranceles a los aviones norteamericanos de Boeing, puesto que algunos pedidos se podrían trasladar a Airbus, que no se vería afectadas por estos aranceles”. 

Destaca Puig que la guerra comercial, particularmente el episodio de las divisas, es “puro ruido de agosto”. Considera tan predecible la amenaza de Trump de imponer aranceles, porque China no compra suficientes productos agrícolas (dos de cada tres productos más vendidos a China son agrícolas), como el hecho de que el banco Popular de China devalúe su moneda para compensarlo. 

Puig, no obstante, destaca que desde Asia la guerra comercial no se ve de igual forma que en Europa. Si finalmente se imponen aranceles entre China y Estados Unidos, los beneficiados serían terceros países como Vietnam, Tailandia y otros. “Las empresas acabaría instalando menos fábricas en China y más en los otros países del área. Esto cambiaría la producción de lugar pero no pararía el comercio mundial”. 

"También el consumo de EEUU se verá perjudicado"

Robert Tornabell. Profesor emérito, Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad en Esade Profesor emérito URL

“La guerra comercia ya tiene efecto en Europa. Tenemos colgada la amenaza”, destaca el profesor de Esade. “Alemania ya tiene que pagar por los coches de gama alta y las plantas de ensamblaje de vehículos de México se están trasladando a EEUU”, explica. “Las aceitunas españolas ya tienen que pagar aranceles en ese país para que no perjudiquen la comercialización de las aceitunas de California”, agrega. 

Considera Tornabell que los efectos son claros para Alemania, cuya actividad industrial parece resentirse y la curva de tipos es prácticamente plana, lo que apunta a una clara desaceleración de su economía. “Si el BCE se plantea ahora una bajada de tipos es, sobre todo, pensando en Alemania”, apunta el profesor.  

Destaca Tornabell que en este enfrentamiento China tiene una gran capacidad de respuesta y recuerdo que el Banco Popular de China tiene más de un billón de dólares en deuda de Estados Unidos, lo que equivale casi al producto interior bruto (PIB) español. Si decide colocarla a cualquier precio puede generar un grave problema para el Tesoro de EEUU. 

Pero no solo el Tesoro se puede ver perjudicado. “Paul Krugman ya ha escrito que el consumo estadounidense acabará pagando la guerra comercial ya que la cadena de producción se verá afectada en tanto que las compañías norteamericanas compran mucho en China”. En el sector agrícola, si China no compra, “el maíz, la soja y otros productos tendrán que tener subvenciones para mantenerse en pie”, agrega. Y por su parte, China puede comprar en Brasil y Argentina los mismos productos, agrega.