Disputa mundial

El fundador de Huawei llama al sacrificio: "A vida o muerte"

La compañía china conjura a sus empleados para superar con su creatividad y esfuerzo la crisis internacional que atraviesa

zentauroepp47019625 huawei ren zhengfei190520143203

zentauroepp47019625 huawei ren zhengfei190520143203 / periodico

Adrián Foncillas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La guerra comercial empuja al abismo al gigante tecnológico Huawei. Su fundador y presidente, Ren Zhengfei, ha alertado de que la compañía pasa por un "momento de vida o muerte" en una arenga a las tropas de aroma churchelliano. El mensaje ha llegado diáfano: los tiempos exigen sangre, sudor y lágrimas.

El septuagenario Ren agotó las metáforas bélicas en su comunicado interno de hoy. "Si no puedes hacer tu trabajo, échate a un lado y deja espacio para que el tanque siga avanzando. Serás bienvenido si acudes al campo de batalla, necesitamos gente con determinación", sostiene. También anuncia una nueva política empresarial para lidiar con los pusilánimes: "Formad un escuadrón para explorar nuevos proyectos y seréis recompensados con aumentos o, de lo contrario,  vuestros salarios serán revisados a la baja cada tres meses". Los ingenieros de Huawei están entre los mejor pagados del sector pero también entre los más exigidos.

Las instrucciones de Ren llegan después de que Washington concediera a Huawei tres meses de gracia para comprar componentes estadounidenses y, por otro lado, añadiera 40 unidades de la matriz a la lista negra. La compañía asume que las turbulencias políticas no finalizarán pronto y que, como epítome del auge tecnológico chino, seguirá coleccionando bofetadas de Washington.

La empresa de Shenzhen se ha visto atrapada en la fragorosa guerra comercial. No abundan los precedentes de un acoso similar: una ola de insidias que la dibuja como una amenaza a la seguridad global, la prohibición de acceso a la tecnología estadounidense y la presión agobiante a gobiernos para que se sumen al boicoteo. Ren, un antiguo ingeniero del Ejército, ha descrito a su compañía como una avioneta que sigue en el aire con el fuselaje perforado por los impactos enemigos. La icónica fotografía del Ilyushin-dos es ubicua en su sede de Shenzhen.

Sin daños reseñables... hasta ahora

Los datos del último semestre sugerían que Huawei soportaba los embates estadounidenses sin daños reseñables. La compañía registró un aumento en sus ingresos del 23%, pero la letra pequeña descubre las fugas de combustible. El crecimiento fue fulgurante hasta que Trump incluyó a Huawei el 16 de mayo en la lista prohibida y más ralentizado después. Las ventas de móviles, el dato más esperado, aumentaron un 24% porque el patriotismo del mercado interno absorbió la ola de pánico global que desató la prohibición de utilizar el sistema Android y otras aplicaciones.

Las cifras brutas, ha asumido Ren, no reflejan la situación real. La tecnología 5G es el sector estratégico del futuro pero hoy el 45% de sus ingresos aún llegan de su división de consumidores. La reputación mundial no se recuperará a corto plazo y Huawei ha aligerado los trámites para perfeccionar su alternativa a Android. La compañía presentó su sistema HarmonyOs el mes pasado después de que 10.000 ingenieros trabajaran en turnos de 24 horas pero queda pendiente el ecosistema de aplicaciones.

Objetivo: Dominar el mundo

Trump ha deslizado que un acuerdo comercial con China aflojaría su presión sobre Huawei y mejoraría las perspectivas judiciales de la hija de Ren, sometida a un proceso de extradición en Canadá. El fundador ha desdeñado esos favores si exigen un pacto perjudicial para su país. "Quizá mi hija sufra más, pero no quiero que la gente pobre de China sea sacrificada en nombre de la supervivencia y desarrollo de Huawei", ha dicho.

La compañía asegura que la crisis la ha mejorado. Ha sacrificado divisiones marginales para centrarse en las sustanciales y acelerado el desarrollo de tecnología propia para minimizar la dependencia externa. Huawei invirtió el pasado año 15 mil millones de euros en investigación, más que rivales estadounidenses como Apple o Microsoft.

Ren ya otea el horizonte tras la travesía bélica. "En tres o cinco años, por las venas de Huawei correrá nueva sangre. Después de sobrevivir al momento más crítico de la Historia, un nuevo ejército habrá nacido. ¿Para qué? Para dominar el mundo", ha pronosticado. Ese amontonamiento de metáforas bélicas apretará las filas pero es dudoso que mitigue las sospechas sobre sus vínculos con el Ejército chino.