HolaHome cierra una ronda de financiación de 300.000 euros

HolaHome, la primera app en España para la gestión de los alquileres, ha cerrado su segunda ronda de financiación por un importe de 300.000 euros. La operación ha sido suscrita por Gia Gia Innovación SL, empresa dedicada a la innovación en el sector inmobiliario que entra, de esta manera, en el sector de las 'proptech'. Con la incorporación de esta inversión, por el 20% del accionariado, la sociedad inicia una nueva etapa de crecimiento y desarrollo.

HolaHome se incorporó al mercado en el 2018 y permite gestionar los alquileres de inmuebles tanto a propietarios como a inquilinos desde el móvil, sin  intermediarios. Es una app de suscripción, con una cuota que da acceso a toda la plataforma, que solo debe abonar el propietario, para los inquilinos es una herramienta gratuita. De forma complementaria, permite acceder a servicios de pago por uso. 

El nuevo consejo de administración de la sociedad está integrado por los fundadorese, Adolfo Tannenbaum y Anna Ruíz-Pericacho, representantes de los inversores, se incorpora dos miembro en representación de los inversores, Joan Maria Feliu y Jordi Sánchez, y un consejero independiente, Xavier Argenté.

El ejemplo británico

Según Anna Ruíz-Pericacho, "HolaHome se mira en ejemplos de enorme éxito empresarial en el sector de las 'proptech', como Goodlord, en Reino Unido. Son iniciativas que cuentan con una trayectoria muy sólida y creemos que HolaHome está preparada para realizar ese recorrido, por los servicios y potencial de mercado”, que, por cierto, mueve 17.000 millones de euros al año en España.

La firma se marca el objetivo hasta final de año de aumentar la base de inmuebles a gestionar. En el primer semestre de 2019, desde su lanzamiento al mercado, Hola Home ha incrementado el número de usuarios en un 350% hasta los 700 actuales. El objetivo es alcanzar los 3.000 registros a finales de año.

La 'proptech' ha identificado una tendencia de mercado por la que el intermediario deja de tener sentido en muchos sectores.  "Cubre un nicho de mercado en un sector poco transparente, donde el intermediario parecía ser un actor imprescindible en un proceso costoso, farragoso, desde el punto de vista económico, pero también desde el punto de vista de tiempo y energía", ha destacado Ruiz-Pericacho.