Reaprendiendo a vivir (tras) la crisis

"La mayoría de personas temen el cambio, pero si lo ves como algo con lo que siempre puedes contar, es un consuelo", le dice Clint Eastwood a Meryl Streep, en el fragmento de 'Los puentes de Madison' que se proyecta en el Casal Can Travi. Se vuelven a encender las luces y los asistentes del Taller 'Respostes a les crisis', organizado por el Institut Municipal de Serveis Socials, el Ajuntament de Barcelona y los servicios del distrito de Horta-Guinardó comentan la jugada.

“Ella siempre se conformaba con lo que hacía y yo iba trabajando. Había tres hijos y había que sobrevivir… hasta el sol de hoy”, cuenta José, que supera la cincuentena, sobre su matrimonio. El grupo lo forman usuarios de servicios sociales del distrito, son casi una quincena, desempleados y algunos van engañando al paro con trabajillos puntuales. El objetivo del taller es asistir a los usuarios desde una perspectiva laboral, para que encuentren un nuevo empleo. También en un sentido psicosocial, para darles herramientas con las que gestionar mejor la impotencia que les genera haber trabajado durante décadas, verse de repente sin empleo y con muchas dificultades para encontrar otro.

“Uno de los dos siempre acaba cambiando”, reflexiona Javier en relación a su esposa. Este hombre de mediana edad explica cómo ha ido reasumiendo roles en casa que hace años le hubiera parecido impensable hacer. Uno de los objetivos del grupo, de ahí el fragmento de conversación entre el fotógrafo Clint Eastwood y la ama de casa Meryl Streep, es ayudar a adaptarse a estos 'portadores del pan' que perdieron su condición tras el estallido de la crisis.

Carencia Acusada

La pobreza entre las personas en paro se disparó en el 2008 y, una vez ya en un escenario de recuperación, no está remitiendo. Según los recientes datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del 2018, publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los desempleados vivieron el año pasado en una situación de carencia material de las más acuciadas de la estadística reciente. Casi la mitad de las personas que afirmaron estar dispuestas y disponibles para trabajar pese a no encontrar empleo, concretamente el 46,8%, vivían en riesgo de pobreza. La segunda cifra más alta en la última década y que equivalía en el 2018 en 1,6 millones de personas en toda España. 

Los desempleados han sido el colectivo más castigado por los efectos del ‘crash’ económico, si bien la carestía también se ha extendido entre ocupados e inactivos. Aunque entre estos colectivos los ascensos entre el periodo 2008-2018 han sido más limitados, de menos de dos puntos. En el caso de los desempleados, el incremento en la última década ha sido de más de 15 puntos.   

Ocho años de vacaciones

“Yo llevo ocho años de vacaciones, pero de las no pagadas”, cuenta Andrés sin perder la sonrisa. Algunos llevan mejor que otros la reinserción en el mercado laboral. “Es un tema complejo para mí”, explica Mohamed, profesional de la construcción y todoterreno si hace falta. En la conversación afloran cuestiones como los contratos de un día, dos o de dos semanas, profesiones antaño estables que ahora realizan falsos autónomos o la demanda de perfiles multifunciones por magros sueldos.

El taller 'Respostes a les crisis' cumple 10 años y cuando comenzó se llamaba 'salidas'. El desempleo de larga duración, pese a que se ha ido reduciendo en Catalunya desde los años de mayor impacto tras la crisis, todavía sigue muy enquistado. Según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre del 2019, en Catalunya había 176.300 personas en el paro que llevaban más de un año en busca de un empleo. Ello representa el 40,9% del total de parados y la cifra acumula seis descensos interanuales consecutivos. No obstante, esa cronificación del desempleo del 40,9% todavía está lejos de la cifra del 18,8% registrada en el segundo trimestre del 2008.