AUTOMOCIÓN

CC.OO. ve imprescindible la producción de baterías y eléctricos en Catalunya

Foto de archivo de la fábrica SEAT Martorell

Foto de archivo de la fábrica SEAT Martorell / NÚRIA PUENTES

Àlex Soler

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El sector del automóvil se está transformando a un ritmo vertiginoso con la irrupción del vehículo eléctrico y de la digitalización, tanto a nivel industrial como comercial. Ante este hecho, el sindicato Comisiones Obreras (CC.OO.) insta a los fabricantes que operan en Catalunya España, a través de un informe sobre el estado del sector de la automoción, a que se adapten a los cambios para garantizar la supervivencia de un sector indispensable para el país.

En Catalunya, el sector representa el 7% del volumen de negocio de la industria de la comunidad y el 3,6% de la ocupación total del territorio. Además, produce el 12% de las exportaciones industriales catalanas y representa un 10% del PIBSeat, que junto a Nissan son los dos productores de la región, es la compañía más importante del sector industrial catalán en términos de cifra de negocio.

Movilidad, digitalización y coche eléctrico

CC.OO. reconoce como debilidad la falta de experiencia en la producción de baterías. El sindicato expone en su informe que la cadena de valor añadido del sector cambiará y se distribuirá entre las baterías, en un 40%, entre la electrónica y la conectividad, en otro 40%, y en el resto de componentes, en un 20%, por lo que pide un proceso de transición consensuado con los agentes sociales. De no actuar correctamente, CC.OO. anticipa que la indsutria europea puede perder su competitividad, en favor de los fabricantes asiáticos, grandes productores de baterías.

El informe del sindicato reconoce que es posible que los países que no controlen la producción de baterías no podrán aspirar a ser competitivos en el sector en un futuro a medio plazo. Por ello, CC.OO. pide que la industria catalana busque pactos y alianzas para producir baterías en el territorio y garantizar su competitividad. No obstante, el sindicato cree que Catalunya tiene las fortalezas para poder atraer inversores en el sector, así como Barcelona por su puerto marítimo de grandes capacidades y su posición como 'hub' de innovación.

En cuanto a la digitalización y la tecnología, el informe reconoce que Catalunya parece estar "bien posicionada" gracias a compañías como FicosaGestamp Denso, que están trabajando para desarrollar el concepto de Smart Factory. Aun así, CC.OO. quiere garantías de que las pequeñas y medianas empresas podrán hacer frente a las inversiones que demandará el futuro.

El estado de Seat y Nissan

Partiendo de la idea de que el coche eléctrico es el futuro (CC.OO. estima la paridad de precios con los vehículos de combustión para 2024 2025), la producción de eléctricos se prevé crucial para la supervivencia de las plantas de vehículos catalanas. En primer lugar, el sindicato admite que Seat pasa por un buen momento en términos de producción, y se estima que seguirá subiendo los próximos años. No obstante, el Grupo Volkswagen, al que pertenece Seat, ha apostado por reconvertir sus plantas alemanas para la producción de eléctricos, dejando a Martorell el papel de productor de coches de combustión. Según expone el informe, será necesario que la marca trabaje para producir eléctricos en Catalunya para evitar una crisis a medio plazo.

Por otro lado, la situación de Nissan es mucho más complicada, ya que su planta de la Zona Franca se encuentra sumida en una profunda crisis que se ha traducido en pérdida de trabajo y producción y está pendiente de decisiones importantes para recuperar su capacidad productiva. Además de la furgoneta eléctrica Nissan e-NV200, no hay visos de nuevos proyectos para la planta. La compañía japonesa, además, ha anunciado 12.500 despidos para todo el mundo.

Un cambio de movilidad

La tendencia es que la llegada del coche eléctrico y, en un futuro, el autónomo, servicios como el carsharing le ganen la partida al vehículo privado en los entornos urbanos, cogestionados y contaminados. Es por eso que es previsible que las ventas de coches desciendan sostenidamente en el futuro, obligando a las marcas a no depender solo de la venta de coches, sino a desarrollar nuevos servicios de movilidad compartida que encajen dentro del nuevo contexto.

En ese sentido, según un estudio de la Generalitat de Catalunya, el impacto laboral de la transformación de la industria se traducirá en la pérdida de 13.000 puestos de trabajo correspondientes a tareas manuales y repetitivas hasta 2030. Por contra, se crearán casi 30.000 en servicios ligados a la industria y 3.727 en el sector del automóvil.