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La Autoridad Fiscal reclama cambios en los planes de reindustrialización

Los programas "no mejoran la competitividad" y su impacto en la inversión y el empleo es "modesto", afirma la Airef

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La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) constata que el programa de reindustralización y competitividad industrial "no mejora la competitividad empresarial" y su impacto en la inversión y el empleo de las empresas es "modesto", mientras que estima que tiene un coste financiero y de morosidad "muy elevado".

Así se desprende del sexto proyecto de revisión del gasto público ('spending review') centrado en el fortalecimiento de la competitividad empresarial, en el que concluye que el Programa de Reindustrialización y Competitividad Industrial (RCI) no mejora la competitividad empresarial y propone que no se continúa en su definición y estado actual hasta que se revise.

El programa, que en la actualidad recibe le nombre de apoyo a la Inversión Industrial Productiva, consiste en la concesión de préstamos para el desarrollo de proyectos industriales de manera directa por parte del ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

En el periodo evaluado por el organimso presidido por José Luis Escrivá, referido a las convocatorias desde 2008 hasta 2016, se otorgaron cerca de 4.900 millones de euros en préstamos, de los que a finales de 2017 su saldo vivo era aproximadamente de 3.300 millones de euros.

Tras analizar información relativa a las 11.200 solicitudes realizadas entre 2008 y 2016 y la respuesta de 480 empresas beneficiarias, la AIReF concluye que el programa no mejora la competitividad empresarial, ya que no encuentra "efectos significativos" de largo plazo tras la participación en el programa, y detecta un impacto "modesto" en inversión y empleo por convocatoria. El organismo cifra el impacto en inversión y empleo por convocatoria en 4.700 puestos de trabajo y 208 millones de euros.

Impacto diferencial

Según la AIReF, el impacto diferencial desaparece a los cinco años y conlleva un coste financiero y de morosidad "muy elevado". En concreto, el coste público de cada puesto de trabajo es casi cinco veces mayor que el subsidio por desempleo máximo, y por cada euro invertido, la Administración tiene un coste de 55 céntimos de euro.

Entre el 2008 y el 2016 se financiaron unos 5.000 proyectos por cerca de 4.900 millones de euros, beneficiando solo en torno al 2% de las empresas industriales. Desde el 2013 el RCI otorga unos 400 millones de euros a cerca de 300 empresas al año, y en total, solo un 4,5% de las empresas industriales españolas han solicitado el RCI; resultando beneficiarias en torno a la mitad.

Respecto al coste, en el período de evaluación (2008-2016) el coste es del orden de los 1.000 millones de eurosunos 210.000 euros por préstamos. A pesar de que las mejoras de gestión han contribuido a la reducción de las pérdidas en los últimos años, la AIReF estima que la pérdida incurrida es un suelo, pudiendo llegar hasta los 670 millones de euros, y el coste total del programa 1.260 millones de euros.

Coste por intereses

Específicamente el coste por los intereses que tenía que pagar el Estado por endeudarse fue especialmente alto los primeros años, alcanzando los 640 millones de euros en las convocatorias entre 2008 y 2011, y menor (88 millones) en las últimas convocatorias entre 2012 y 2016. En total, el coste por intereses ha alcanzado los 830 millones.

La Autoridad Fiscal también constata que la difusión pública del programa es "insuficiente", con "alta dependencia" de intermediarios en el proceso de solicitud y concentración en empresas ya beneficiarias.