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Boehringer Ingelheim incrementa el peso mundial de la planta de Sant Cugat

La farmacéutica convierte la nueva planta de producción de Respimat en su centro europeo de innovación

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Albert Segura

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La farmacéutica Boehringer Ingelheim redobla su presencia en Sant Cugat del Vallès convirtiendo la planta en su centro europeo de innovación. La firma ha inaugurado este jueves la última ampliación de sus instalaciones, una planta de producción de Respimat en la que ha invertido 120 millones de euros, y que supone la generación de 200 puestos de trabajo cualificados. El 'president' de la Generalitat, Quim Torra, y la ministra de Industria en funciones, Reyes Maroto, participaron en la inauguración oficial del edificio.

Dos años después de colocar la primera piedra de las nuevas instalaciones, la multinacional farmacéutica las inaugura de manera oficial, donde se producirá y envasará el dispositivo de inhalación Respimat, utilizado para suministrar los medicamentos de la firma para pacientes que sufren asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Precisamente, la planta se ha levantado siguiendo un modelo constructivo innovador conocido como “fast track”, y ha implicado la participación de 300 personas y 25 proveedores diferentes.

El interés de Boehringer Ingelheim en Catalunya vive un nuevo empujón con la puesta en marcha de este centro, donde se prevé que cada año se produzcan un total de 25 millones de unidades. Todas ellas serán exportadas a un centenar de países de todo el globo, entre ellos Estados Unidos, Japón, Canadá o México. 

La puesta en marcha de la actividad en la planta supondrá asumir el 50% de las ventas mundiales de fármacos de la compañía relacionados con enfermedades de las vías respiratorias. Aún así, el centro está capacitado para llegar a los 30 millones de unidades anuales, por lo que en el momento en el que se alcance tal cifra, supondrá llegar al 75% de las ventas mundiales.

Concretamente, Respimat permite suministrar productos como Spiloto, Spiriva, Striverdi, Cobivent o Berodual. Su funcionamiento permite que el paciente pueda inhalar el producto en si y que pueda llegar profundamente a los pulmones, gracias a la dosificación a través de una nube. 

El calendario establecido es progresivo, y se prevé que en septiembre de este mismo año se inicie el envasado para Europa y el resto del mundo, y que en abril de 2021 se inicie la fabricación del cartucho propio de Respimat, envásandose con el dispositivo inhalatorio. Posteriormente, en diciembre de 2022, se prevé el inicio de la fabricación aséptica del cartucho y su envasado para el mercado de los Estados Unidos. 

“La inauguración de la nueva planta supone un reconocimiento a la excelencia y a la profesionalidad de los trabajadores que han posicionado la firma en Sant Cugat como uno de los hub de innovación del grupo en toda Europa, y han hecho de ella un referente mundial por su excelencia y estándares de calidad”, señaló durante la inauguración oficial el director general de Boehringer Ingelheim España, Peter Ploeger.

En este sentido, Ploeger destaca que “no hay otro camino que la formación de nuestros trabajadores y generar un estímulo para la obtención de resultados”, por lo que la planta contará con tales incentivos ya establecidos en otros ámbitos de la actividad en la planta vallesana.

Con 17.000 metros cuadrados, el edificio contiene todo el proceso de laboratorio, producción, almacén y áreas técnicas para tratar el producto, integrando en todo el proceso la metodología vinculada a lo conocido como Industria 4.0. Así, se puede seguir el proceso de serialización y agregación, así como la guía electrónica de fabricación, a partir de la integración de los sistemas de robótoca y automatización propios del nuevo modelo industrial.

El nuevo edificio forma parte del complejo que la firma ya dispone en Sant Cugat, donde se instaló en 1952. Comparte espacio, así, con el equipamiento donde ya se producen otro tipo de productos farmacéuticos inyectables, jarabes o en cápsulas. Actualmente, Boehringer Ingelheim cuenta con 50.000 trabajadores en sus diferentes centros distribuídos por todo el mundo, y el pasado año invirtió 3.200 millones de euros en investigación y desarrollo.