Energía

La última oportunidad para las centrales de gas natural

Los ciclos combinados son la tecnología con más potencia instalada, pero la tasa de utilización está en el 15% de media

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Sara Ledo

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Casi un cuarto de la potencia eléctrica total instalada en España procede de centrales de ciclo combinado. Las centrales térmicas que queman gas natural son la primera fuente de energía por potencia instalada (24.562 megavatios), sin embargo, en producción ocupan el cuarto lugar después de la nuclear, la eólica y el carbón.

Durante los años de la bonanza económica, a principios del siglo XXI, algunas previsiones apuntaron hacia un crecimiento de la demanda eléctrica por encima del 2%. Unos cálculos que fomentaron la construcción de medio centenar de centrales a lo largo y ancho de la Península Ibérica que con la llegada de las renovables vieron como sus planes se iban al traste. En la actualidad hay disponibles 49 centrales –el año pasado cerró la central de ciclo combinado de Tarragona de Viesgo- pero la gran mayoría están infrautilizadas.

En 2018, la tasa de utilización de esta tecnología se situó en el entorno del 13%, 3,7 puntos porcentuales menos que un año antes, y lo mismo que en el 2016, según datos de Red Eléctrica. Un negocio ruinoso para sus propietarias: gigantes de la energía como Naturgy, Iberdrola o Endesa que, sin embargo, podrían empezar a ver una pequeña luz al final del túnel con el adiós del carbón.

Tecnología cara

Con la desaparición del carbón –el cierre de centrales está previsto antes de junio del 2020- la siguiente tecnología más cara es el gas, por lo que a priori parece la elegida para marcar el precio de la electricidad en los próximos años. Además, el principal problema de las renovables es su inestabilidad, necesitan viento o sol para generar electricidad, por eso, y de cumplirse con el calendario de cierre ordenado del parque nuclear ideado por el Gobierno y las eléctricas entre 2027 y 2030, las centrales de gas quedarían como la tecnología de respaldo óptima para dar estabilidad al sistema eléctrico.

No obstante, todavía habrá que ver cómo se produce ese cierre y sobre todo cómo se realiza la instalación de renovables. En las previsiones del Gobierno, descritas en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima enviado en febrero a Bruselas, se mantiene la capacidad actual de los ciclos combinados en 2030. Sin embargo, también se prevé un ritmo de instalación de renovables inaudito hasta la fecha: 57.000 megavatios de energía verde- y de dos formas de almacenamiento –3.500 megavatios de bombeo y 2.500 de baterías-. Es decir, las centrales de gas tienen una oportunidad muy limitada de reclamar su sitio en el mix.

En 2019 las centrales de gas han comenzado con un incremento de su generación del 66,8%. Según datos de Red Eléctrica, los ciclos combinados han pasado de un 8,2% de presencia en el mix energético en los cinco primeros meses de 2018 a un 14,1% en 2019. Por contra, la generación por carbón se ha reducido un 35,4%, respecto al mismo periodo del año pasado.