Mundo empresarial

La nueva dirección de la Cambra someterá a los empresarios si deben presionar por la independencia

El futuro presidente de la Cambra de Comerç, Joan Canadell (centro).

El futuro presidente de la Cambra de Comerç, Joan Canadell (centro). / periodico

Gabriel Ubieto

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La futura dirección independentista que asumirá las riendas de la Cambra de Comerç de Barcelona trasladará al empresariado catalán en una consulta si deben presionar desde la institución a favor de la independencia de Catalunya. Esta será la primera consulta que la nueva dirección realizará entre sus afiliados, tal como ha explicado el futuro presidente de la Cambra, Joan Canadell, este lunes en una rueda de prensa, en la que ha desgranado las prioridades de su proyecto. Convertir la Cambra en una "estructura de Estado" a favor de la secesión fue uno de los principales argumentos de la candidatura "Eines de País", aupada por la Assemblea Nacional de Catalunya (ANC).

No obstante, y pese a hacerse con 31 de las 60 sillas elegibles en los pasados comicios, la nueva dirección someterá directamente a las compañías catalanas si estas estarían a favor de que la Cambra "participe de manera acitva en la construcción de la República catalana". Dicha consulta esperán realizarla antes de finalizar este 2019 y vendrá seguida por una segunda, que será la de preguntar si, como Cambra, deben considerar al Rey de España, Felipe VI, persona "non grata" en Catalunya. 

El independentismo ha entrado en las recientes elecciones a la Cambra de Comerç de Barcelona con fuerza y no tiene intención de ser un proyecto de una sola legislatura. "Queremos contribuir a que Catalunya se convierta en uno de los principales polos económicos de Europa", ha afirmado Canadell. Lo que pasa por alargar el proyecto "10, 15 o 20 años", según ha aclarado. Y dos son las prioridades que la nueva dirección pretende desplegar una vez asuma formalmente el cargo el próximo 17 de junio.

Por un lado, Canadell ha propuesto "arreglar" el censo empresarial de cara a futuras elecciones para incorporar a commpañias que no pudieron ejercer su voto y, por el otro, la Cambra comenzará a trabajar en un plan estratégico a horizonte 20225-2030, que promoverá la expansión de las pequeñas y medianas empresas y los autónomos.

Tras los grandes resultados coneguidos en las últimas elecciones, en las que la candidatura independentista se hizo con 31 de las 60 sillas elegibles, "Eines de País" quiere afianzarse en la Cambra para ponerla al servicio del proyecto secesionista. Y pese a la clara mayoría cosechada, Canadell ha denunciado que esta podría haber sido mayor, ya que ha alegado que "centenares de empresarios" no les han podido votar pese a manifestar dicho deseo y afirmar reunir con las condiciones pertinentes.

Es por ello que una de las primeras medidas y que pretenden que esté finiquitada antes de finalizar el 2019 es "arreglar" el censo para incorporar dichas empresas. Dicho censo también les servirá para promover "consultas internas" entre el mundo empresarial, para las que abogan por continuar con el voto electrónico; una fórmula estrenada en las reciente elecciones. 

Pymes y autónomos

Pese a esa mirada larga que ha manifestado la furtura dirección de la Cambra este lunes, el próximo 5 de junio las elecciones de las seis sillas de las patronales requerirán su atención. Hasta la fecha la propuesta impulsada por Pimec de ir de manera conjunta con Foment no ha cuajado y ambas listas deberán batirse. Canadell ha afirmado que esta "no será una decisión salomónica" y que para ella se optará por "criterios totalmente razonables", que se adapten al programa que ha llevado a "Eines de País" a la dirección de la Cambra.

En este sentido, pese a no hacer referencia directa a ello, Canadell ha insistido en que la hoja de ruta de su equipo es el de priorizar a la pequeña y mediana empresa y a los autónomos, no tanto a las grandes empresas, que "durante muchos años han estado descuidados", ha considerado.

La nueva dirección de la Cambra quiere también reducir su dependencia económica de las 14 "sillas de plata", tal como se ha referido la futura vicepresidenta primera y próxima sucesora de Canadell, Mònica Roca, durante la rueda de prensa. Dichas "sillas de plata" son las empresas que pagan cada una de ellas 75.000 euros por su representación. Roca ha explicado que trabajarán para crear un fondo alternativo, con aportaciones voluntarias del empresariado, para "emanciparse" de dichos fondos.