Formación

Así es Epic Kids Lab, la primera escuela para niños emprendedores

Durante 10 meses forman a chavales de entre 5 y 18 años para que aprendan a convertir sus ideas en negocios. Lo hacen con juegos y enseñándoles a manejar sus emociones.

Durante 10 meses forman a chavales de entre 5 y 18 años para que aprendan a convertir sus ideas en negocios. Lo hacen con juegos y enseñándoles a manejar sus emociones

Epic Kids Lab

Epic Kids Lab / economia

Alberto Payo

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La edad promedio para emprender en España se sitúa cerca de la cuarentena. Sin embargo, muchos creen que para bajar esta media es necesario que el emprendimiento comience a introducirse como una materia más en los colegios e institutos, con el fin de que los más pequeños conozcan las bondades del autoempleo y aprovechen las posibilidades que presenta. Actualmente, algunos centros escolares ya disponen de programas, talleres, etc, pero no son muchos.

Dicha carencia es la que detectó Raquel López en febrero del año pasado. Esta responsable de recursos humanos y madre de dos niños se dio cuenta de la dificultad de encontrar determinados perfiles profesionales y, debido a ello, pensó si sus hijos en secundaria estarían recibiendo algún tipo de formación en negocios en su colegio. “Pensaba que mis hijos, igual que saben matemáticas, deberían saber hacer un canvas”, explica la emprendedora para BYZness. Ante la negativa del centro comenzó a explorar más y vio que esta falta de formación en emprendimiento era algo generalizado en el ámbito escolar. “Empecé a investigar los mercados y aquí en España no vi nada que me convenciera. Sin embargo, sí encontré mucho en la zona de Latinoamérica. Allí tienen otra cultura”, asegura.

Así surgió poco después Epic Kids Lab, la primera escuela para niños emprendedores, preparada para chavales con edades comprendidas entre los 5 y los 18 años y emplazada en Jerez de la Frontera (Cádiz). El programa cuenta con una duración de 10 meses y se divide en bloques trimestrales, cada uno de los cuales incluye 80 horas lectivas. Actualmente hay en marcha dos promociones, con 15 alumnos cada una.

Formando "adultos fuertes y valientes"

Entre esos módulos se les enseña a poner sus ideas en orden y desarrollarlas. Solo para esto se dedican tres meses completos. Además, se les muestran historias de éxito (de personajes como Mark Zuckerberg, Steve Jobs o Walt Disney), se les forma en venta y negociación e incluso les dan nociones sobre programación y tecnología para que desarrollen sus propias webs o apps. Las clases se imparten los sábados (6 horas) y los lunes (2 horas) e incluyen también excursiones, acampadas, etc. “Enseñamos el emprendimiento jugando, porque siguen siendo niños”, subraya Raquel.

No obstante, para hacer de filtro y comprobar que los pequeños realmente tienen una vocación emprendedora, se realizan una serie de entrevistas personales. “Intentamos evitar un poco que el niño venga coaccionado por parte de los padres. También tratamos de ver su perfil, para saber si es más negociante, si le cuesta entender las normas, si entiende el mundo de una manera muy particular, etc. Básicamente queremos identificar las aptitudes que definen a un emprendedor”, señala la fundadora de Epic Kids.

En este sentido, los futuros ‘co-founders’ dentro del programa también reciben formación en inteligencia emocional. El centro pretende crear “adultos fuertes y valientes”. Así, se trabajan cosas como la paciencia, la humildad, el trabajo en equipo, la perseverancia o la tolerancia a la frustración que los prepararán para su vida de adultos y el mercado laboral.  “Les hacemos vivir que no todo es color de rosa ni fácil. Hacemos simulaciones de acuerdos en las que no siempre los adultos a los que llaman les dicen que sí”, apostilla Raquel.

Además, la escuela quiere que creen empresas con valores, por lo que en Epic Kids les mueven a crear proyectos que beneficien a un colectivo de personas o al planeta. “O una parte del beneficio va destinado a alguna organización o fundación o son proyectos que están relacionados con evitar que el plástico llegue al mar, la economía colaborativa, etc”, aclara Raquel.

El germen de futuras sociedades

Las ideas pueden quedarse solo en eso o llegar a constituirse como sociedades. En ellas los pequeños ejercen como CEO y legalmente los administradores son sus padres. “Epic tiene un 25% de todas las ideas. Nosotros somos el inversor principal desde el comienzo en el niño. O bien invertimos en formación específica o en material”, matiza la fundadora.  

Algunos de los proyectos que han surgido de esta primera escuela de niños emprendedores son un ecommerce de venta colectiva de moda, una aplicación móvil contra el bullying, un portal de videojuegos, una red social de gamers con torneos de esports, un software para enseñar matemáticas en el colegio como si fuera un escape room o una panadería online solidaria.

Los futuros Elon Musk trabajan todos juntos. No hay separación entre los que están en primaria y los que casi van a entrar en la universidad. En principio todos se apoyan y colaboran en la idea de los otros y les ayudan si es necesario. “Están mezclados y ese es nuestro éxito, porque en el futuro van a relacionarse con compañeros más mayores y compañeros más pequeños”, defiende la especialista en RR.HH.

Cada semana les encomiendan algunas tareas y para realizarlas cuentan con el apoyo de los padres y los colegios. “Si tienen un examen les ponemos una nota mínima que deben sacar”, comenta Raquel, que aclara que algunos de los deberes que les mandan son estudiar algunos personajes relevantes con sus logros y sus fracasos. Si todos cumplen con lo que les han mandado obtienen una especie de tokens llamados ‘epicoins’ que pueden aprovechar para sus proyectos. Pero si uno de ellos no hace los deberes, todo el grupo se queda sin estas monedas virtuales.

Una fórmula replicable

De sus jóvenes alumnos López destaca que “tienen una gran capacidad creativa y muchísima disciplina, son muy perseverantes, negociantes a topes, les encanta vender y no tienen ningún tipo de reparo a la hora de firmar con alguna empresa un acuerdo o una alianza”. Todos los niños tienen el respaldo de algún sponsor. Epic Kids Lab cuenta con acuerdos con marcas como Tiger, BQ, DKV, Huawei o The Power MBA.

Como ocurre en muchas aceleradoras o incubadoras para ‘mayores’, transcurridos los diez meses del programa, los jóvenes emprendedores se someten al escrutinio de profesionales, que evalúan las ideas expuestas en sus elevator pitch en una jornada dedicada.  La Universidad de Cádiz también los está apoyando para que algunos proyectos reciban financiación.

Aunque Epic Kids Lab está presente únicamente en Jerez, su creadora ha puesto en marcha un modelo de franquicia que permite a cualquiera que lo desee y cuente con 20.000 euros replicar la fórmula en cualquier otra ciudad española.

Por su parte, todos aquellos niños y adolescentes que deseen formar parte de esta escuela de emprendedores deberán pagar 150 euros al mes.