FINANZAS PERSONALES

3 claves para hacer una buena planificación financiera con nuestro ahorro

Tener un plan de largo plazo es fundamental para que nuestro ahorro sea sostenible en el tiempo, según analizan los expertos. En este sentido hay tres factores muy importantes a tener en cuenta para que las metas que tenemos lleguen a buen puerto.

Tener un plan de largo plazo es fundamental para que nuestro ahorro sea sostenible en el tiempo, según analizan los expertos.

Planificación financiera

Planificación financiera / economia

Héctor Chamizo

Héctor Chamizo

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una planificación financiera es tener en cuenta qué vamos a querer en un futuro y estimar cuánto nos va a costar para que cuando llegue el día, podamos tener el dinero necesario para conseguir nuestro objetivo. Todo planning debe constar de tres partes diferenciadas: la creación de patrimonio, mediante el ahorro; el crecimiento del patrimonio, mediante la inversión; la protección de los ingresos y del patrimonio, mediante los seguros de riesgo

Objetivos y plazos

El primer paso que debemos dar para hacer una planificación financiera, es el establecimiento de los objetivos que perseguimos y su prioridad. A veces la mejor inversión es una reducción del gasto. Si tenemos deudas, siempre será mejor priorizar la amortización de las mismas que la búsqueda de la rentabilidad.

Según Pablo Cabello, asesor financiero, debemos realizar el ejercicio de pensar “en los puntos importantes a futuro de la vida de una persona, pensar en todo lo que va a ser importante para ella a lo largo de su vida”. Estos objetivos o puntos importantes los separaremos en tres plazos; corto, medio y largo en función de para “cuando se estime su fecha de ocurrencia”.

Un análisis o una auditoría sincera y real de lo que tenemos y debemos antes de empezar es un paso previo que a menudo se nos olvida. Ordenar el patrimonio es muchas veces el primer paso.

Diversificación en diferentes activos

Lo más importante para un ahorrador de largo plazo, cosa muy recomendable tal y como están las cosas con las pensiones actualmente, tal y como analiza José Luis Carpatos, director de Globalia Inversiones Eafi, “es diversificar en diferentes familias de activos”. No sólo en bolsa, argumento, puesto que eso es “un error palmario”.

En la parte de bolsa, en concreto, además, desde su punto de vista, habría que “diversificar geográficamente”. En 100 años una cartera diversificada en mercados desarrollados siempre bate y “tiene menos drawdown que invertir en un solo país”.

Cárpatos añade que tampoco se debe ser muy exagerado “en el número de valores a diversificar”, puesto que se ha demostrado que a partir de 20 valores “baja la rentabilidad y no mejora el riesgo”.

Para el experto existe el error generalizado de que hay que ahorrar solo en bolsa o solo en renta fija. Si lo hacemos solo en renta fija la rentabilidad final puede ser demasiado baja. Si es solo en renta variable vamos a pasarlo muy mal en las malas rachas, y psicológicamente “no podremos resistirlo”. De ahí a la importancia de una gran diversificación en nuestra planificación financiera.

Aportaciones periódicas, según la edad

La tercera clave para realizar una planificación financiera óptima, según apunta Rafael Ojeda, analista independiente, es ver “qué edad tiene la persona en cuestión”. No es lo mismo tener 20 que 40 que 60 años. En relación a los años “la situación financiera de cada partícipe es muy diferente y sus necesidades también lo son”, explica.

Lo que sí se recomienda es invertir lo antes posible. Para hacer una planificación de una manera más acorde. Siguiendo este esquema Ojeda sostiene que si somos muy jóvenes “podríamos permitirnos el lujo de hacer pequeñas aportaciones a planes de pensiones, planes de jubilación o pequeñas inversiones en fondos de inversión de una manera más pausada”. Con pequeñas aportaciones, pero siempre con un horizonte temporal bastante amplio podemos “hacernos con un patrimonio relativamente importante en la época de nuestra jubilación”.

Si estamos en el tramo de edad de los 40 años, estamos en una edad en la que nuestros gastos son muy importantes porque tendremos gastos hipotecarios, hijos, y por tanto costará más. Así las cosas, Ojeda afirma que también “nuestro horizonte temporal debería ser a medio y largo plazo”, pero obviamente, aunque probablemente nuestra capacidad financiera sea menor, “tendremos un sueldo más elevado y podemos realizar aportaciones periódicas relativamente importantes”.

En último lugar, si estamos en un horizonte de 50-60 años, probablemente nuestros gastos financieros serán menores porque nuestra vivienda la tendremos ya amortizada o quedará poco, nuestros hijos habrán salido de casa, y tendremos una capacidad de ahorro mayor. Por eso, el perfil de inversión “debe ser más conservador”.