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El Cercle d'Economia apela a los pactos para la gobernabilidad

Mariano Rajoy y Juan José Brugera, presidente del Cercle d'Economia, ayer en Sitges.

Mariano Rajoy y Juan José Brugera, presidente del Cercle d'Economia, ayer en Sitges.

Agustí Sala

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Diálogo y consenso. El bipartidismo tiene ya firmado su certificado de defunción. En este contexto, el Cercle d'Economia reclama profundizar "en la cultura de la negociación y el acuerdo". Al igual que sucede en el mundo de la empresa, la política requiere innovación y esta debe basarse en los acuerdos como única vía para "una gobernanza estable que evite la tentación populista", que afecta no solo a España sino al conjunto de las democracias liberales.

La crisis ha dejado como legado "malestar social" y un "deterioro de la política tradicional", afirma la opinión del Cercle. Se trata de uan amenaza, añade, a la que debe dar respuesta no solo España sino "una posición cohesionada de la Unión Europea (UE)".   

El prestigioso foro de opinión, que someterá estas cuestiones a debate en la 35 Reunió Cercle d'Economia a Sitges entre el 30 de mayo y el 1 de junio, que serán inauguradas por el 'president' Quim Torra; y clasuradas por el jefe del Ejecutvio central, Pedro Sánchez; avisa de que el multipartidismo "no es una anomalía", sino que refleja la diversidad.

A su vez alertan de que el nuevo Gobierno y el Congreso tienen ante sí dos grandes retos: "consolidar una economía aún frágil" y "dar respuesta al conflicto territorial". Sobre este último tema se remiten a la nota del año pasado, que exigía recuperar la convivencia aumentar el autogobierno para Catalunya.

Este organismo, presidido por Juan José Brugera, avisa de que en las elecciones del 26-M al Parlamento Europeo "se discute el propio sentido y continuidad del proyecto europeo tal como lo hemos conocido". Con cuestiones como la crisis social y política, la inmigración y el 'brexit', entre otras muchas variables, esta convocatoria electoral "tiene una gran trascendencia", afirma el documento del Cercle.

La advertencia del Cercle no va dirigida solo al Gobierno sino al conjunto de las fuerzas políticas y a la sociedad. "Está en juego la credibilidad y el futuro del proyecto europeo". Es, a su vez, "una oportunidad histórica para fortalecer la presencia y el papel de España en el funcionamiento y las políticas de la UE.