mercado del lujo

Puig ganó 242 millones de euros el pasado ejercicio

La multinacional familiar estabilizó las ventas hasta los 1.933 millones de euros por el efecto de los tipos de cambio

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Eduardo López Alonso

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Puig, el gigante de la perfumería, alcanzó el pasado año unos beneficios de 242 millones de euros, el 6% más que el año anterior, cifra nunca alcanzada por la multinacional. Y esa cifra de ganancias se consiguió en un contexto de estabilización de las ventas, que alcanzaron los 1.933 millones de euros. Puig, que se había marcado el objetivo de alcanzar los 2.000 millones de euros en el 2018, facturó el año pasado 1.933 millones de euros, frente a los 1.935 millones del año anterior.

El presidente y consejero delegado de la firma, Marc Puig, reconoció la moderación del crecimiento de la facturación que achacó a cambios en la normativa contable y efecto de los tipos de cambio. Sin tener esos efectos, la cifra de negocio habría aumentado el 5%. 

El propietario de marcas como Carolina Herrera, Nina Ricci, Paco Rabanne o Jean Paul Gaultier, entre otras decenas enseñas de prestigio, mantiene su vocación internacional, ya que el 86% de las ventas las consigue en el extranjero. De apellido tan ilustre como desconocido como marca comercial, el emporio Puig sigue a la cabeza mundial del mercado de productos de lujo, entre las 10 mayores firmas del sector, aunque con crecimientos por debajo de la media de los líderes. "Puig no es marca comercial", reconocía el presidente de la firma para explicar esa estrategia diversificadora en la que cada vez es más difícil asociar la familia con su obra empresarial. 

En la actualidad, Puig vende sus productos en más de 150 países y cuenta con filiales en 26 de ellos. Además de sus marcas propias, cuenta con licencias de marcas como Prada, Christian Louboutin y Comme des Garçons, Dries van Noten, Penhaligon's, L'Artisan Parfumeur, Loto del Sur, Kama Ayurveda... 

El año pasado, en el mercado español las ventas cayeron un 3%, descenso que el presidente del grupo, Marc Puig, atribuyó al cierre de algunas cadenas de perfumería muy representativas. En los países más consolidados, el incremento de la facturación fue del 9%. En los mercados emergentes, las ventas a perímetro constante y sin efecto del tipo de cambio crecieron el 4%, el 41% del total. "Los mercados emergentes son una oportunidad para que marcas potentes y con arraigo sean capaces de entrar en nuevas categorías de productos y otros territorios", explica Puig. Fruto de ese crecimiento, la multinacional espera incrementar la facturación hasta los 3.000 millones en el 2025, aunque la mayor parte de la facturación se la seguirán llevando Paco Rabanne y Carolina Herrera. El modelo de crecimiento basado en compra de licencias o de otras firmas seguirá adelante, aunque Puig reconoció que como empresa familiar el horizonte temporal de cualquier objetivo empresarial es "la siguiente generación".