Empleo

Nissan y sindicatos apuran la carta de la mediación antes de llegar al ERE

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Gabriel Ubieto

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La firma automovilística Nissan y los sindicatos quieren apurar la carta de la mediación para llegar a un acuerdo pactado que evite una salida forzosa de 600 personas de la plantilla de la fábrica de Zona Franca, en Barcelona. A lo largo de este lunes se han reunido representantes de la compañía y de los sindicatos en la sede del Departament de Treball para una mediación que evite abrir la vía del expediente de regulación de empleo (ERE). Nissan anunció que iniciaría dicho procedimiento el próximo martes 30 de abril, aunque fuentes de la empresa han trasladado que abren la puerta a posponer el procedimiento para dar más margen a las negociaciones.

Alrededor de 200 trabajadores del turno de mañana y otros 200 del turno de tarde han acudido a manifestarse ante las puertas del Departament de Treball, en la calle Sepúveda 148 de Barcelona, para acompañar a sus representantes en un (pen)último intento de encontrar una salida pactada y con unas condiciones satisfactorias para tramitar las 600 prejubilaciones que Nissan les planteó el pasado marzo. La reunión se ha alargado durante todo el día y hasta ya entrada la noche, con pobres avances, según han trasladado tanto desde la compañía como desde los sindicatos.

A fecha del cierre de este artículo, fuentes de la empresa no descartan acabar presentando el ERE el martes 30, como ya habían anunciado. Ello activaría una cuenta atrás de 30 días para acabar cerrando una reestructuración pactada, que, si acabase sin acuerdo, supondría 600 despidos con la indemnización mínima. No es esa la intención ni de Nissan, ni de los sindicatos, según han afirmado ambos. Por ello, fuentes de la empresa también reconocen que existe la posibilidad de que pospongan el inicio formal en favor de un mayor margen para el acuerdo.

Negociaciones encalladas

Nissan anunció su voluntad de reducir en 600 personas la plantilla de Zona Franca el pasado 26 de marzo. Desde entonces las negocaciones han ido avanzando y la compañía ha ido mejorando sus propuestas, aunque a un ritmo insuficiente y sin movimiento por la banda sindical. Lo que ha impedido hasta ahora que las partes lograrán un entente entre las líneas rojas de unos y otros.

"Queremos una salida digna para nuestros mayores, un buen convenio colectivo para la plantilla que se queda y garantías de futuro para la planta de Zona Franca", ha declarado el presidente del comité, Juan Carlos Vicente, ante los periodistas a las puertas de Treball. La última oferta de la compañía contemplaba pagar a los 600 prejubilados una garantía del 85% del sueldo hasta el retiro y una leve mejora de las condiciones del nuevo convenio colectivo para la plantilla que se queda. Este contempla aumentos del 0,5% consolidado para los ejercicios 2020 y 2021, más incrementos del 0,5% no consolidados para los mismos ejercicios. 

El comité ha mantenido sus líneas rojas y ha rechazado hasta la fecha dichas condiciones, ya que, según afirman, las subidas salariales son insuficientes y su mínimo para las prejubilaciones está en el 90% del sueldo, que es la cifra con la que se cerró el pasado marzo un plan de prejubilaciones individualizado de 150 personas. Según cálculos de las centrales, el coste que debería asumir la firma automovilística para financiar las 600 prejubilaciones con el 90% del salario sería de alrededor de 180 millones de euros.

Plantilla menguante

Los representantes sindicales tampoco ven en las negociaciones con la empresa las garantías de viabilidad futura de la planta y de que no se producirán más despidos a corto plazo. Actualmente la plantilla de Nissan en Zona Franca ronda los 3.000 trabajadores, en trayectoria menguante. En el 2008 la multinacional efectuó un expediente de regulación de empleo que dejó en la calle a 1.680 personas.

La oferta de "garantías de futuro" que pusó Nissan encima de la mesa al inicio de la negociación fue una inversión de 70 millones de euros para una nueva planta de pintura y otros 10 millones para mejorar la línea de producción de cajas de cambio. Con dichas reformas la empresa afirmó que la planta podría mejorar su productividad y, potencialmente, asumir la fabricación de nuevos modelos en un futuro. No obstante, Nissan condiciona la materialización e inicio de dichas inversiones a cerrar antes las 600 salidas de personal.