Balance 2018

Cada cuatro días muere una persona en el trabajo en Catalunya

Trabajadores en un tunnel

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Gabriel Ubieto

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En Catalunya cada cuatro días moría una persona en el trabajo durante el 2018; 82 muertos en total, 60 en el mismo puesto de empleo y 22 en de camino o de vuelta al mismo. Y en los dos primeros meses del 2019, últimos datos disponibles, cabe sumar siete muertos más. Este es el balance que ha puesto sobre la mesa este lunes el sindicato UGT con su informe "Siniestralitat laboral a Catalunya 2017-2018", en el que ha destacado un repunte en el sector de la construcción, vinculado a su progresiva recuperación una década después del estallido de la crisis, y una persistente invisibilización de las enfermedades profesionales de las mujeres en las estadísticas. 

Según recoge el informe de UGT, en base a los datos del Observatori del Treball i Model Productiu de la Generalitat, en el 2018 hubo en Catalunya un total de 242.083 accidentes laborales, de los cuales 127.735 fueron siniestros que no acabaron en baja y un total de 94.695 que sí. Estos últimos han experimentado un incrmento del 3,8% respecto al año anterior y los primeros han retrocedido ligeramente el 0,5%. Girona fue la provincia catalana donde más aumentaron los accidentes con baja, concretamente el 6,1%.

El aumento de los siniestros no llega solo motivado por el aumento de número de afiliados a la Seguridad Social que ha experimentado el mercado laboral catalán en el último año. Los índices de siniestralidad también aumentaron, aunque de manera muy reducida, tal como revelan los informes del Observatori del Treball. "En otros países cuando sube la ocupación no necesariamente aumenta la siniestralidad, en Catalunya y en España sí", ha declarado la secretaria de Política Sindical, Núria Gilgado. 

Gilgado ha señalado como causas del repunte a la temporalidad, el exceso de carga de trabajo y la falta de formación de dicha ocupación. Los datos así lo corroboran, pues los accidentes con baja entre los trabajadores con contrato temporal suben, tanto entre los hombres (+6%), como entre las mujeres (+6.6%), mientras bajan entre los empleados indefinidos (-4,5% entre los hombres y -1,3% entre las mujeres). 

Vuelve la construcción, vuelven los accidentes

El informe recoge un aumento considerable de los accidentes en la construcción, el sector donde más aumenta la siniestralidad, debido al repunte de la actividad tras la contracción vivida tras el estallido de la crisis. En el 2018 se registraron un total de 10.414 accidentes laborales con baja en la construcción, lo que representa un aumento del 9,6% respecto al año anterior. De los 60 muertos que hubo en el mismo centro de trabajo, 10 fueron en una obra.

Otro campo en el que UGT destaca el sensible aumento de la siniestralidad es en los desplazamientos de camino o de vuelta al trabajo, lo que en jerga se conoce como "accidente in itinere". Estos aumentaron en el 2018 respecto al año anterior el 5,9%, sumando un total de 19.653 siniestros. Los accidentes en desplazamiento ascienden en las cuatro provincias catalanas, aunque entre todas ellas destaca Tarragona, donde este tipo de accidentes aumentaron el 14,4%. Gilgado ha atribuido dicho repunte de la siniestralidad a la falta de alternativas públicas eficientes al transporte privado y al déficit de inversión en infraestructuras y carreteras.

Otra brecha más de género

La desigualdad entre hombres y mujeres se expresa en el mercado de trabajo mediante múltiples brechas y en materia de accidentes laborales dicho sesgo no es una excepción. La estadística revela una siniestralidad mucho más elevada entre hombres que entre mujeres. De los 60 muertos en el centro de trabajo (de los 22 "in itinere" no hay desglose por género), 58 fueron hombres y dos mujeres. Y de los 94.695 siniestros que causaron baja, 66.125 fueron hombres y 28.570 mujeres. Si bien en el mercado de trabajo catalán hay una mayor presencia masculina que femenina, la secretaria de Política sindical de UGT no ve en dicha diferencia la gran desproporción estadística que muestran los datos de siniestralidad. "No significa que las mujeres no sufran accidentes de trabajo, sino que debido a su doble presencia, en casa y en el trabajo, muchas de las enfermedades derivadas de su actividad profesional acaban considerandose comúnes", ha afirmado.

Desde UGT se señala a la "negligencia" en la gestión de los diagnósticos y las bajas por incapacidad temporal que efectúan las mútuas colaboradoras y que contribuyen a dicha "invisibilización". Ello acarrea consecuencias, según ha inistido Gilgado, ya que si una enfermedad profesional pasa por común no se toman las medidas adecuadas para activar los mecanismos de prevención que pudieran evitar futuros siniestros y dolencias. También ha aprovechado para pedir más recursos para Inspección de Trabajo, debido a la infradotación de dicho organismo en España comparado con el resto de países de la Unión Europea. "En España hay un inspector de trabajo por cada 15.000 ocupados y la media europea está en un inspector por cada 7.300 ocupados", ha afirmado.