política monetaria

El BCE estudia provocar un alza del euribor para aliviar a la banca

El presidente del Banco central Europeo, Mario Draghi.

El presidente del Banco central Europeo, Mario Draghi. / periodico

Pablo Allendesalazar

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Los bajos tipos de interés que el Banco Central Europeo (BCE) instauró en el 2016 para reactivar la economía de la zona euro han empujado a la banca a una travesía del desierto, que recientemente se ha alargado por la decisión de la institución de atrasar la primera subida del precio del dinero desde el 2011 como poco hasta finales de año. Las entidades financieras se ven perjudicadas porque se reducen los intereses que perciben por los créditos, y porque al mismo tiempo no se atreven a cobrar a los particulares y las pymes por los depósitos por temor a perderlos como clientes y pese a que el BCE sí penaliza a los bancos por guardarles el dinero.

Hasta ahora, con todo, el banco central había defendido que su política monetaria no perjudicaba al sector financiero, ya que la mejora de la economía que provoca hace que baje la morosidad y aumente el crédito. Sin embargo, su presidente, Mario Draghi, ha admitido esta semana por primera vez que podría estar teniendo un efecto negativo en las entidades: "Si es necesario, necesitaremos reflexionar sobre posibles medidas que puedan preservar las implicaciones favorables de los tipos negativos en la economía, al tiempo que mitiguen los efectos colaterales, si los hay".

Una información posterior de 'Reuters' aclaró que lo que el BCE se está planteando es suavizar la llamada facilidad de depósito: el tipo que impone al dinero que guarda a los bancos. Desde el 2014 ese interés es negativo, es decir, que el banco central cobra a las entidades o, lo que es lo mismo, les devuelve menos dinero del que recibe (primero el -0,1%, luego el -0,2% y, desde el 2016, el -0,4%). Se trata de una iniciativa de François Villeroy de Galhau, gobernador del Banco de Francia y uno de los principales candidatos a sustituir a Draghi en octubre.

Subida de las hipotecas

La medida reduciría el coste que tener liquidez de sobra supone para las entidades desde hace cinco años, lo que contribuiría a mejorar su maltrecha rentabilidad. Pero según apuntan fuentes financieras, podría tener un efecto indirecto mucho más importante para beneficio de las cuentas del sector, ya que podría provocar que el euribor retomase la senda alcista que inició hace un año y que se ha frenado en marzo tras el anuncio del retraso de la subida de los tipos oficiales.

El euribor, que mide teóricamente el precio al que los bancos se prestan el dinero entre sí, está vinculado a la facilidad de depósito. Esta está en el -0,4% y el euríbor a un día en el -0,366%, con lo que si el interés que cobra el BCE a los bancos es menos negativo, también lo sería el índice, en un efecto que se iría contagiando a sus diferentes plazos hasta llegar al euríbor a un año, que es al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en España. Y si las cuotas de estos créditos se elevan, también lo hacen los ingresos bancarios.

Alemanes y franceses

Para que ello sea así, la clave es cómo articula el BCE la medida. Lo que se está planteando es introducir varios tramos de tipos de interés al exceso de reservas que los bancos tienen guardado en el BCE. Tanto el Banco de Japón como el Banco de Suiza aplican ese sistema, que en la práctica hace que el tipo medio de todo el saldo depositado sean menos perjudicial para las entidades. Pero según cuántos tramos sean y qué tipos se aprueben, el efecto puede ser significativo o insignificante.

Los bancos europeos tienen guardados 1,83 billones de euros en el banco central, con lo que si mantienen esa cantidad durante un año depositada pagan 7.342 millones, un 7,6% de sus beneficios estimados del 2018. En el caso de las españolas, son 109.600 millones, 438,5 millones y el 2,6% (en este caso, de las cotizadas en bolsa), respectivamente. Es decir, que las españolas no estarían entre las mayores beneficiarias

Compensación

Los más favorecidos, según explican en el sector, serían las entidades del centro y norte de Europa, particularmente las francesas y alemanas, que son las que guardan más ahorros de sus clientes. Según el servicio de estudios de Bankinter, los mayores beneficiarios serían los galos Crédit Agricole y BNP Paribas, los germanos Deutsche Bank y Commerzbank, el belga KBC y el español Bankia.

La medida podría ser una compensación a estos países por la ya anunciada nueva tanda de inyección masiva de liquidez barata a los bancos, que beneficiará particularmente a las entidades del sur, que son las que tienen una posición de liquidez más justa, particularmente las italianas. De hecho, en el sector se espera que la medida se anuncie conjuntamente con los detalles de estas subastas de liquidez.