AUTOMOCIÓN

Trump exige a General Motors que reabra la planta de Ohio

En una serie de tuits, Trump exige que abran su planta de Ohio de nuevo o la vendan a alguien que quiera usarla.

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Àlex Soler

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Trump vuelve a la carga contra General Motors cinco meses después de que la empresa comandada por Mary Barra, su CEO, anunciara el cierre de cinco plantas en América del Norte, cuatro en Estados Unidos y una en Canadá, y el despido del 15% de sus trabajadores. Ya entonces el presidente mostró su descontento con la decisión, sobre todo con el cierre de su planta de LordstownOhio, ya que la medida puede afectar a sus posibilidades para ser reelegido como presidente.

La planta de Lordstown fabricó su último coche, un Chevrolet Cruze, el pasado 6 de marzo y fue la primera de las cinco fábricas, junto a la de Detroit, Baltimore, Warren y Oshawa (Canadá), que cesarán su producción este año, marcando también el fin de la fabricación del Cruze. El plan de reestructuración de la empresa busca incrementar su flujo de caja en 5.300 millones de euros al año a partir de una reducción de costes de 3.400 millones anuales y una reducción de inversiones en 1.300 millones. Además de las plantas norteamericanas, GM cerrará también su fábrica de Gunsan, en Corea del Sur y hará lo propio en dos plantas más todavía no anunciadas.

Trump y la posverdad

Como no podía ser de otro modo, el presidente estadounidense tiró de Twitter para dirigirse a GM Mary Barra con afirmaciones que rozan la posverdad para demandar a la compañía que vuelva a Ohio inmediatamente. Trump prometió en 2016 que no faltaría trabajo en Ohio y, ahora, ve como una de sus factorías más grandes ha cerrado, dejando muchos trabajadores en la calle y otros muchos redistribuidos por otras plantas de la compañía.

En un primer mensaje, Trump se vanaglorió de que "la economía es muy buena" para exigir que "General Motors debe volver a abrir su planta de Lordstown, aunque sea en otra forma o con un nuevo propietario. ¡RÁPIDO!", exigió. "Toyota está invirtiendo 13.500 millones de dólares en Estados Unidos. GM debe actuar rápido", puso en un tuit este mismo lunes. Lo cierto es que la economía estadounidense ha frenado su avance este año y, según medios especializados, la tendencia no cambiará. A su vez, el mercado de turismos ha descendido en el país a su peor registro en más de un año. Además, Trump no explica que el Cruze era un vehículo en caída libre en el mercado y que GM vendió el año pasado cuatro veces menos unidades que en 2014. El mercado estadounidense ha virado hacia los SUV y los pick-ups, dejando a los compactos en fuera de juego.

En otro mensaje, el presidente afirmó haber hablado con Mary Barra sobre Lordstown y fue contundente al afirmar que la CEO de GM "culpó a la UAW (la unión de trabajadores)" por el cierre. Aunque no es posible saber si sus palabras son verdad, GM ha confirmado que está negociando con la UAW el cierre de las otras cuatro plantas norteamericanas y que todas están produciendo a un volumen mucho más bajo de lo posible, contrastando con las afirmaciones de Trump sobre la salud del mercado del país.

Por último, Trump no dudo en asegurar que la economía de Estados Unidos "es la envidia de todo el mundo" para terminar instando a la empresa a que cierre algunas plantas fuera de su país, pero no las nacionales. "Cerrad una planta en China o México, donde invertisteis tanto antes de la era Trump (pre-Trump), pero no en Estados Unidos. ¡Traed los trabajos a casa!", exclamó.

GM todavía no ha respondido a los tuits de Trump y no se espera que sus planes y el proceso de reestructuración de su negocio cambie por ellos. No obstante, el presidente vuelve a abrir una guerra que llevaba meses fuera del foco mediático. Trump ya vislumbra el año 2020 y sabe que, para volver a ser elegido presidente, el voto de Ohio es importantísimo. GM, por su parte, y como todas las compañías, solo quiere una cosa: ganar dinero, y Mary Barra ya ha demostrado que no suele ceder ante los reclamos de su presidente.