NUEVAS ESTACIONES DE SERVICIO

El Tribunal Supremo permite las gasolineras automáticas sin necesidad de personal

Aesae seguirá operando en las Islas Baleares e iniciará la competencia en los carburantes

Una gasolinera de Barcelona muestra los precios de los carburantes.

Una gasolinera de Barcelona muestra los precios de los carburantes.

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El Tribunal Supremo ha dado la razón a las estaciones de servicio automáticas al desestimar los recursos presentados por Islas Baleares y la Asociación de Estaciones de Servicio de Baleares (Aesba). Exigían que este tipo de gasolineras contasen con personal para poder operar.

Ambas entidades recurrieron la sentencia que emitió el Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares. En el artículo emitido se obligaba a todas las estaciones a contar con personal, oligando así a eliminar todas las gasolineras auomáticas, que ya empiezan a ser competencia en el sector de la venta de carburantes.

La comunidad autónoma de Baleares y Aesba argumentaron que se desatendía al consumidor. Sin embargo, no tuvieron en cuenta que los intereses de los consumidores resultaban perjudicados con la eliminación de estas estaciones. Su cierre supondría la pérdida del negocio que hace disminuir los precios del carburante en las Islas Baleares, el más alto en España según el geoportal del Ministerio para la Transición Ecológica.

"El proceso judicial ha finalizado, después de dos años, con lo que parecía imposible: ganar a la Administración, a las estaciones tradicionales y consolidar la libertad de mercado y la libre competencia en el sector de la venta de carburantes en toda España", sentenció el presidente de la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (Aesae), Manuel Jiménez Perona.

La patronal de las estaciones automáticas considera que las trabas seguirán, pero cada vez serán más difíciles de justificar, puesto que la sociedad empieza a ver el beneficio de la competencia en este sector, donde, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el consumidor puede ahorrar unos 300 euros al año pudiendo elegir dónde repostar.