organizaciones empresariales

Cecot recupera la condición de socio de Foment

Ambas patronales llegan a un acuerdo que acaba con un año de distanciamiento

El presidente de Cecot, Antoni Abad, en la sede de Foment del Treball

El presidente de Cecot, Antoni Abad, en la sede de Foment del Treball / periodico

Olga Grau / Agustí Sala

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Objetivo cumplido. Era una de las metas que se impuso el presidente de Foment del TreballJosep Sánchez Llibrecuando accedió al cargo en noviembre pasadoCecot regresa a la organización de la que fue expulsada, aunque "temporalmente" hace un año, tras unos meses de intensas negociaciones. El acuerdo se ha cerrado este mismo jueves y se dará a conocer en pocos días, según ha podido saber EL PERIÓDICO de fuentes conocedoras del acuerdo.

Según los términos del pacto, que se fraguaba desde hace varias semanas, la patronal vallesana recupera su condición de socio. En el úlitmo año la había perdido y, por tanto, no tenía ninguna vinculación ni pagaba ningún tipo de cuota.  

Uno de los objetivos de Sánchez Llibre era la "unidad" de todas las patronales y se refirió a Foment como "'la casa gran' de las empresas". Con Cecot, tras las negociaciones llevadas a cabo con su presidente Antoni Abad, se ha logrado.

Con Pimec, con la que Foment mantiene una pugna por la representatividad, la cuestión está más difícil y parece que será finalmente la Conselleria de Treball la que deberá establecer las cuotas que corresponden a cada organización y, en concreto, a Fepime, entidad liegada a Foment.

En el momento de la expulsión, Foment, que entonces estaba presidida por Joaquim Gay de Montellà, basó la medida en cuestiones de ámbito territorialcompetencias geográficas e invasión de funciones. La suspensión temporal se produjo tras un expediente que daba 15 días a Cecot para presentar su defensa y cuyos argumentos no fueron aceptados.

Sobrepasar los estatutos

En el expediente, Foment incluía básicamente dos puntos en los que la actuación de la patronal vallesana habría sobrepasado los estatutos como miembro de la patronal catalana al adoptar decisiones unilaterales que trascienden de su ámbito territorial sin contar previamente con la coordinación con la entidad catalana.

Pero el punto de mayor conflicto fue la carta que envió Cecot al ministro de Economía, Luís de Guindos, en la que expresaba su oposición al decreto aprobado en octubre que facilitaba a las empresas el cambio de sede sin pasar por la junta de accionistas, si no había una constancia en los estatutos de la compañía expresamente en contra de esta posibilidad.

En los últimos días, Sánchez Llibre aseguraba que el conflicto con Cecot se cerraría "en la mayor brevedad posible". Además de las cuestiones formales, las relaciones entre el anterior presidente de Foment y el de Cecot eran tensas. También entre esta organización y otras territoriales del propio Foment.

 Mientras que Abad se ha mantenido siempre muy próximo a las tesis soberanistas del Govern de la Generalitat, Gay de Montellà se inclinaba más a favor del Gobierno de Mariano Rajoy ante el conflicto catalán. La expulsión de Cecot estaba muy ligada al mandato de Gay de Montellà, aunque era apoyada por una buena parte de la junta directiva, ya que explícitamene se ligaba al teimpo que le quedaba como presidente de Foment, que finalizó en noviembre pasado.