EMPRESA FAMILIAR

Pastas Gallo, en venta

El líder del sector en España, propiedad de la familia Espona, quiere explorar el interés existente por la compañía

Instalaciones de Pastas Gallo.

Instalaciones de Pastas Gallo. / periodico

El Periódico

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La venta de empresas familiares catalanas no cesa. La familia Espona, propietaria de Pastas Gallo, la firma líder en el sector de las pastas alimenticias, ha puesto a la venta la compañía. La saga que controla el 100% del capital ha optado finalmente por explorar el interés de los fondos y las multinacionales del sector alimentario en comprar la empresa. en el 2017 trascendió el interés de una parte de la familia de vender su parte, pero la operación no se llevó a cabo por las diferencias existentes entre los cinco miembros de la segunda generación de la familia. 

Según informó ayer 'La Vanguardia' citando fuentes conocedoras de la operación, se espera la distribución del cuaderno de venta entre los potenciales inversores antes de dos semanas, después de que los miembros de la saga se hayan puesto de acuerdo en escuchar y estudiar ofertas por el conjunto de la compañía. Sin embargo, fuentes de Pastas Gallo consultadas por la agencia Efe no quisieron pronunciarse sobre la puesta en el mercado de la compañía. 

De cuajar esta operación, la venta de Pastas Gallo se sumaría al largo rosario de cambios de titularidad registrado por grandes industrias familiarees catalanas en los últimos meses. Desde hace unos meses han cambiado de manos las grandes bodegas de cava Freixenet, en cuyo capital entró la alemana Henkell; y Codorniu, adquirida por el fondo Carlyle; así como el grupo de ocio Cirsa, comprada por Blackstone; o la compañía de audífonos Gaes, que ha pasado a ser propiedad de la italiana Amplifon.

Traslado de sede

Pastas Gallo, fundada el 1946 en Rubí (Vallès occidental) y líder del sector en España, cuenta con 350 trabajadores, factura 200 millones de euros y tiene fábricas en Granollers (Vallès oriental) y Esparreguera (Baix Llobregat), y El Carpio (Córdoba). El grupo fue uno de los centenares de compañías que trasladó su sede social fuera de la Catalunya tras el referéndum del 1 de octubre del 2017 (1-O), concretamente a Córdoba, donde tiene uno de sus centros de producción.

El precio de la compañía podría superar los 200 millones de euros, 10 veces el resultado operativo, pero este podría incremntarse en el caso de que existe un gran interés por hacerse con el control de la empresa. La compañía está en manos de los hermanos Pedro Antonio, Pilar, Fernando, Silvia y Carlos Espona Massana que, además de estar todos en el consejo de administración trabajan todos en la compañía. Cada uno de ellos cuenta con un 20% del capital. El mayor de los hermanos, José María, vendió sus acciones al resto en el 2012.