Empleo

¿Qué es la mochila austríaca? ¿A quién beneficia y a quién perjudica?

Con este instrumento, cada trabajador dispone de un fondo de ahorro individual al que puede recurrir en caso de despido o cambio voluntario de empleo y que complementa su pensión tras la jubilación

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Gabriel Ubieto

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La mochila austríaca es un instrumento de protección social de los trabajadores diseñado para compatibilizar unos ingresos en caso dedespido o renuncia y la flexibilidad para cambiar una empresa por otra. Esta herramienta es una vieja conocida en el mercado laboral español. No porque se haya llegado a implementar nunca, sino porque cada cierto tiempo vuelve a salir a debate y ha sido una fórmula que han defendido, con sus matices, desde el PSOE al PP, pasando por Ciudadanos. Estas son las claves del mecanismo.

¿En qué consiste la mochila austríaca?

La mochila austríaca es un mecanismo que impera en Austria desde el 2003 (allí se conoce como 'Betriebliches Mitarbeiter-und Selbständigenvorsorgegeset' o BMSVG) y consiste en un fondo individual asociado a cada trabajador que le acompaña durante toda su vida laboral. En dicha mochila, la empresa destina anualmente el equivalente al 1,53% del salario bruto anual del trabajador. Lo que en Austria equivaldría a unos 9 días de sueldo al año.

La función de la mochila austríaca es ejercer de ‘colchón’ de seguridad para los trabajadores en caso de ser despedidos o renunciar voluntariamente a su empleo. Actualmente en España un trabajador que dimite de su puesto de trabajo para buscar uno nuevo, para formarse o para descansar durante un tiempo no tiene derecho a ningún tipo de prestación, pese a haber cotizado en sus nóminas anteriores para ello. Pues el sistema español se basa en un fondo colectivo, pensado bajo el principio de solidaridad.

¿Qué pasa con la mochila tras la jubilación?

La mochila acompaña al trabajador durante toda su carrera profesional y se va llenando o vaciando en función de sus empleos y periodos de desempleo. Una vez este trabajador finaliza su carrera profesional y decide retirarse, la mochila austríaca pasa a complementar su pensión de jubilación. El recién jubilado puede decidir cobrar toda la cuantía de golpe o ir percibiendo un ‘extra’ cada mes en su pensión hasta agotar ese fondo.

¿Quién gana con este modelo?

La mochila austríaca es un mecanismo especialmente beneficioso para aquellos perfiles profesionales con una mayor empleabilidad. Es decir, aquellos que tienen más fácil cambiar de una empresa a otra en función de sus necesidades, ambiciones y proyectos. Pues esta fórmula permite al trabajador ir acumulando fondos para luego retirarse durante un tiempo o reducir su jornada durante periodos para descansar o realizar cursos de formación. Su alta empleabilidad (por ejemplo, la que ostenta hoy en día un ingeniero informático) le permite cambiar una empresa por otra sin sufrir el ‘riesgo’ de no encontrar otro empleo y renunciar al salario y estabilidad que percibe en su actual empresa.

Y, ¿quién pierde?

Por el contrario, los trabajadores menos beneficiados por este modelo son los profesionales más cercanos a la edad de jubilación y los más jóvenes. Los primeros, porque las características del mercado laboral español hacen difícil para un empleado ‘senior’ volver a encontrar trabajo una vez pierde el que tiene en la etapa final de su carrera profesional. Las altas cifras de paro de larga duración entre los mayores de 50 años así lo corroboran. Lo que les desincentivaría a renunciar a su actual puesto de trabajo para buscar uno nuevo.

La transición del actual modelo de protección vigente en España al austríaco también sería más perjudicial para este colectivo. Pues los trabajadores veteranos son los que acumulan mayores indemnizaciones, a diferencia de los jóvenes y/o temporales, que suelen tener pocas. Lo que les hace más ‘costosos’ de despedir que el resto de colectivos, lo que a su vez incentiva a las empresas a reestructurar primero sus plantillas por los trabajadores menos blindados. En el sistema austríaco, la empresa no paga despido, lo que iguala a ambos colectivos.

¿Beneficia a los más jóvenes?

Hay cierto disenso sobre si la mochila austríaca protegería más a los jóvenes y a los temporales. Los partidarios afirman que sí, debido a ese elemento de equiparación. Los detractores replican que los actuales montos de las indemnizaciones son suficientemente bajos como para no ser un impedimento para las empresas de cara al despido. En este sentido, una sentencia reciente de un juzgado de Barcelona se apoyaba en las recomendaciones de la OIT y consideraba que las actuales cuantías  dan "carta de naturaleza, como causa de la extinción de la relación laboral, a la simple voluntad de la empleadora".

¿Supone un coste extra para las empresas?

En el modelo austríaco, es la empresa la que íntegramente abona el dinero para este fondo individual. La duda es cómo se trasladaría aquí dicho modelo. En las actuales condiciones, las prestaciones y subsidios por desempleo se costean entre empresa y Estado, no de forma simétrica. Mensualmente las empresas abonan parte del salario del trabajo en contingencias por desempleo. Quedaría por ver si en el caso de ‘españolizar’ la mochila austríaca, la empresa debería aportar todos los fondos o estos se repartirían con el Estado.

Según estimaciones de la patronal catalana Foment del Treball, para que este nuevo modelo funcionara se debería destinar entre el 3% y el 4% del salario bruto del trabajador para esa mochila. Una proporción bastante más elevada que el 1,53% austríaco. Algo influido por unos menores salarios en España y unas mayores tasas de paro y temporalidad.  

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