malas perspectivas

El crecimiento de Italia se hunde y arrastra a la zona euro

La previsión de crecimiento del PIB de Italia pasa del 1,5% previsto por el Gobierno al 0,2% pronosticado hoy por la Comisión Europea

Luigi Di Maio, el popular líder del partido del Movimiento de las Cinco Estrellas (M5S), en el centro de la imagen.

Luigi Di Maio, el popular líder del partido del Movimiento de las Cinco Estrellas (M5S), en el centro de la imagen.

Rossend Domènech

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El crecimiento de Italia en el 2019 no será del 1,5% previsto en noviembre por el gobierno, ni del 1% retocado en los presupuestos, sino del 0,2% según la última previsión de la Unión Europea filtrada el miércoles por la agencia de noticias Ansa. El centro de análisis presupuestario del Parlamento de Roma prevé por su parte una evolución del PIB del  del 0,4%, mientras que el el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima un 0,6%. Este último prevé también la posibilidad de un “efecto contagio” de Italia en la zona euro.

El mal dato de Italia no solo hunde las previsiones de la zona euro, que pasan a ser del 1,3%. También hacen prever un nuevo forcejeo entre Italia y la UE, como el del pasado año cuando, al final, Roma tuvó que dar marcha atrás frente a un déficit previsto del 2,4% en los presupuestos, con una deuda que ya oscila entre el 130% y el 131%, la segunda más alta de occidente.

La drástica reducción del crecimiento ha provocado la ira del gobierno populista de Roma, que a través del vicepresidente por los indignados, Luigi Di Maio, ha espetado al FMI: “En el 2019 desmentiremos al FMI, quien durane decenios ha hambreado a los pueblos, apoyando una política de austeridad que no ha reducido la deuda, sino acentuado las disparidades”. Di Maio ha añadido que “el FMI no tiene credibilidad para criticar una medida como la ‘renta de ciudadanía’”. 

Se trata de una de los dos medidas estrella del gobierno –la otra es la reducción a dos de las actuales cinco cuotas del IRPF- y consiste en una integración de los salarios mínimos a favor de unos 4,5 millones de personas (1,5 millones de familias) con un promedio de 500 euros al mes. La medida, limitada a la compra de solo algunos productos y la prohibición de otros, comporta que los interesados acepten, a cambio y por este orden, un puesto de trabajo en su provincia, un segundo en su región o un tercero en cualquier parte del país. De lo contrario, perderán el subsidio. 

El beneficio funcionará con una tarjeta de bancomat recargable por el gobierno, del que el pasado martes se presentó el primer prototipo. La cantidad que el beneficiario no gaste durante cada mes, lo perderá. Según Di Maio, “la renta de ciudadanía es un proyecto económico expansivo de equidad social y un incentivo a (buscar) trabajo”. El FMI ha considerado que dicha renta es positiva, aunque “demasiado alta”.

La agencia de notícias Ansa, que este miércoles filtró de “fuente fiable” la previsión de un 0,2% estimado por la UE, afirma que la misma parte de “los efectos que producirán los presupuestos aprobados en diciembre”. “Los datos de hoy ponen en peligro la estructura económica pensada por el ejecutivo formado por Liga y el Movimiento 5 Estrellas (M5S), ya corregida de acuerdo con la UE”, ha escrito la Associated Press.

El centro nacional de estadística (ISTAT) certificó el pasado 31 de enero que, después de cuatro trimestres con un PIB al -0,2%,  Italia había entrado en recesión. La consecuencia podría ser la necesidad de aprobar durante el año un suplemento de los presupuestos del orden de unos 2-3 mil millones de euros en recortes o nuevos impuestos. Además, desde 2011 los gobiernos italianos han ido congelando un aumento del IVA, cuyo importe se vuelve cada día mayor (12.000 millones al 31 de diciembre) y que algún día deberá aplicarse.