QUIEBRAS EMPRESARIALES

Por qué quiebran las empresas, y cómo evitar que te pase a ti

Blockbuster y Enron, o las españolas Abengoa, Martín Fadesa o Bankia, son algunas de las grandes compañías que han terminado en la bancarrota. Deudas imposibles de asumir, gestiones deficitarias, y la falta de adaptación a las necesidades de un mercado cada vez más tecnológico son algunas de las razones que se encuentran detrás de una quiebra

Blockbuster, Enron, o las españolas Abengoa, Martín Fadesa o Bankia, son algunas de las grandes compañías que han terminado en bancarrota. Deudas imposibles de asumir o gestiones deficitarias, son razones que se encuentran tras las quiebras

Imagen de tienda de Blockbuster.

Imagen de tienda de Blockbuster. / economia

Nieves Ruiz

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En el año 2004, la franquicia estadounidense Blockbuster, reinaba en el negocio mundial de los alquileres de cintas de videos y videojuegos. Su hegemonía empresarial contaba con un conglomerado de 9.000 tiendas físicas y una plantilla de cerca de 60.000 empleados.

Su modelo de negocio no tenía rival: mientras un videoclub de barrio contaba con un stock de 500 películas, Blockbuster alquilaba 5.000, a precios mucho más bajos, gracias a sus acuerdos con las productoras. Sin embargo esta compañía de origen texano, no contó con un rival frente al que no pudo competir: La revolución tecnológica de finales del siglo XX y principios del XXI, con la llegada de Internet a nuestras casas. Antiguos clientes de Blockbuster, dejaron de visitar sus tiendas físicas, comenzando a descargar de forma gratuita sus propias películas.

“La evolución tecnológica aceleró su declive. Cuando aparece un producto o servicio sustitutivo que presenta mejores atributos y además ofrece menor precio, la amenaza para el sector tradicional es muy grande”, nos comenta José Ignacio Llorente, profesor de dirección estretégica de UDIMA.

Para tratar de salvar su negocio, Blockbuster inició un plan de suscripción de películas por correo electrónico y vía streaming. Pero plataformas como Netflix y Redbox, terminaron con su reinado. En 2011 Dish Nertwork, el mayor proveedor de televisión de pago de Estados Unidos, la adquirió, por tan sólo 223 millones de Euros.

¿Se pueden evitar las quiebras empresariales?

Según nos cuenta José Ignacio Llorente, se pueden evitar, pero el camino no es fácil. “Es necesario que la empresa disponga de un modelo de negocio adecuado, que sea muy eficiente en sus procesos internos y que tenga suficiente poder de negociación con los agentes con los que se relacione”, comenta.

Además necesita evolucionar al mismo ritmo que los avances tecnológicos. “Hoy en día, hasta las empresas donde el contacto físico con el cliente es imprescindible, deben desarrollar una estrategia digital, con la inversión adecuada en sistemas de información integrales (ERPs), y saber navegar con  tecnologías como el Internet de las cosas, el Big Data y la Inteligencia Artificial”, comenta.

En España ha habido sectores que han sufrido de forma especialmente intensa los efectos de la evolución tecnológica con las quiebras de muchos establecimientos. Ejemplos de ello son las agencias de viajes, los quioscos de prensa y las tiendas minoristas. “Hace años, las pequeñas tiendas hacían llegar al cliente final productos que sus fabricantes no podían vender directamente a aquel, pero ahora han dejado de ser necesarias. Las supervivientes han tenido que reinventarse y especializarse para evitar la desaparición”, comenta José Ignacio Llorente.

¿Podemos adelantarnos a una bancarrota?

Los gigantes empresariales tampoco se libran de sufrir grandes desplomes. AbengoaMartín Fadesa, Nueva RumasaBankia o Reyal Urbis, son algunos de los más sonados. Deudas imposibles de asumir, gestiones deficitarias, y la falta de adaptación a las necesidades del mercado, están detrás de algunas de estas bancarrotas.

“El empeoramiento de la generación del flujo libre de caja o los ratios de liquidez, caídas significativas en la cuota de mercado, cambios bruscos en el entorno de clientes y de proveedores o la aparición de competidores agresivos y poderosos puede comprometer la vida de una compañía”, nos comenta José Ignacio Llorente. Además, la irrupción de productos sustitutivos que cuenten con tecnologías de fabricación que no posean las empresas, son los primeros signos que pueden alarmarnos de que estamos al borde de una quiebra empresarial.