Tener un hijo te cambia... la fiscalidad

Ser padre puede suponer uno de los mayores cambios que se pueden vivir en la vida de una persona. No sólo de cara al aprendizaje y las vivencias que se pueden experimentar, si no en cómo afecta a la capacidad económica de nuestros bolsillos. Aunque no todo son gastos, ya que el impuesto sobre la renta te resultará menos costoso si decides aumentar tu familia o tener tu primer hijo.

Tener un hijo significa, entre otras situaciones, hacer muchos papeleos. A los gastos previstos por la llegada del nuevo miembro familiar, hay que sumarles la burocracia administrativa (solicitud de la baja de maternidad o paternidad, la inscripción del bebé en el registro, o la solicitud de su tarjeta sanitaria en la Seguridad Social). También puede suponer que nos veamos en la obligación de declarar nuestra renta, si antes no lo habíamos hecho.

Esta obligación se extenderá a todos los contribuyentes que hayan solicitado la deducción por maternidad o adopción dispuesta en los artículos 81 y 81 bis de la Ley del IRPF. Hasta el año pasado también estaban obligados a declarar todos aquellos contribuyentes que hubieran cobrado la baja de maternidad o paternidad, sin embargo el Tribunal Supremo dictaminó el pasado mes de octubre su exención.

Mínimo personal y familiar

Según la Agencia Tributaria, la adecuación del IRPF a las circunstancias personales y familiares del contribuyente se ve reflejado en el mínimo personal y familiar. Este mínimo cuantifica la parte de la renta que, por estar destinada a satisfacer las necesidades básicas personales y familiares del contribuyente, no se somete a tributación. Se establece en 5.550 € al año. Cada hijo que tengas a tu cargo, hará que este mínimo vaya aumentando, lo que se traduce en que pagarás menos impuestos. El baremo establecido en la Ley Tributaria es el siguiente:

• Primer hijo: 2.400 euros anuales
• Segundo hijo: 2.700 euros anuales
• Tercer hijo: 4.000 euros anuales
• Cuarto hijo y siguientes: 4.500 euros anuales

Cuando el descendiente sea menor de tres años, el mínimo aumentará en 2.800 euros anuales. En los supuestos de adopción o acogimiento, este aumento se producirá, con independencia de la edad del menor, en el período impositivo en que se inscriba en el Registro Civil y en los dos siguientes.

De este modo, según un cálculo general de las retenciones de IRPF de la Agencia Tributaria, un contribuyente que gane un sueldo anual medio de 23.156 euros, vería reducido su tipo de retención desde el 13,09% (si no hubiera tenido ningún hijo), al 10,96% (un hijo menor de tres años), o el 9,85%, (si tiene uno o dos hijos respectivamente y uno de ellos es menor).

Deducción por maternidad

La deducción por maternidad se encuentra regulada en el artículo 81 de la Ley del IRPF. Según dispone, la cuantía será de 1.200 euros al año (100 euros al mes desde el día del nacimiento). Podrán acogerse a esta deducción todas las mujeres que tengan hijos menores de 3 años y que trabajen por cuenta propia o ajena, y se encuentren dadas de alta en el régimen general de la Seguridad Social. Esta cantidad la podremos solicitar de forma anticipada, pero si decidimos hacerlo de esta manera, no la podremos restar de la cuota de nuestro IRPF.

Deducción por familia numerosa o por tener un hijo discapacitado

Esta deducción vino incluida en la reforma fiscal que se hizo de la Ley en 2015. Se constituye como una ayuda dirigida a todas las familias que sean numerosas, o que tengan a su cargo personas discapacitadas. Se cuantifica de forma similar a la deducción por maternidad (1.200 euros anuales), pudiendo solicitarse su pago adelantado (100 euros al mes).

Se verán beneficiados por esta ayuda: familias numerosas, familias monoparentales con dos o más hijos a su cargo, descendientes a cargo que tenga alguna discapacidad, o ascendientes a cargo con discapacidad.