Transporte

El Gobierno fija en diciembre 2020 la entrada de la competencia a Renfe

El Ejecutivo rompe el monopolio de Renfe para adaptarse a la regulación europea

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Sara Ledo

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El Gobierno ha establecido diciembre de 2020 como la fecha de liberalización del sector ferroviario español, es decir, momento que dará entrada a empresas privadas para competir con Renfe en los servicios de Alta Velocidad y Larga Distancia rompiendo así el monopolio de la empresa pública.

De esta forma, el Gobierno modifica vía Real Decreto Ley la Ley Ferroviaria para trasladar al ordenamiento jurídico español el IV Paquete Ferroviario europeo para que a partir de dicha fecha "cualquier empresa que disponga de la licencia de empresa ferroviaria y del certificado de seguridad, que otorga la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, y haya solicitado el uso de la infraestructura ferroviaria al administrador de infraestructuras, pueda prestar servicios en competencia con Renfe", según ha informado el Ministerio de Fomento en un comunicado.

Esta liberalización afectará solo a los servicios de Alta Velocidad y Larga Distancia, y no a los servicios sometidos a Obligación de Servicio Público, es decir, los trenes de Cercanías, Media Distancia y AVANT puesto que la normativa europea permite a los Estados Miembros que estos servicios no sean licitados obligatoriamente hasta 2023, período que puede ampliarse si existe un contrato vigente a dicha fecha.

Precisamente, el Gobierno aprobó el viernes pasado que Renfe mantenga el monopolio de estos trenes durante diez años más prorrogables a otros cinco. Una decisión que justifica el Ejecutivo para evitar "someter a incentidumbres" servicios esenciales para la sociedad y asegurar, así, "la continuidad en su prestación, una planificación a largo plazo del servicio y la ejecución de las inversiones necesarias para garantizar un servicio de calidad al ciudadano".

La Comisión Nacional de los Mercado y la Competencia (CNMC) ya aprobó hace unos meses el permiso para un nuevo servicio internacional de transporte de pasajeros en tren entre Madrid y Montpellier, con parada en Barcelona, propuesto por ILSA, filial del Air Nostrum, así como el plan de negocio para el servicio entre A coruña y Oporto prestado por Arriva, filial de Deutsche Bahn.