LA FORMACIÓN NO LO ES TODO

Las aptitudes personales y las experiencias profesionales, requisitos cada vez más valorados para el empleo

Las empresas ya no miran tanto los títulos o másters. Si quieres encontrar trabajo deberás potenciar tus cualidades de cara a competir con otros candidatos 

Las empresas ya no miran tanto los títulos o másters. Si quieres encontrar trabajo deberás potenciar tus cualidades de cara a competir con otros candidatos

Mujer en una bibliteca.

Mujer en una bibliteca. / economia

Nieves Ruiz

Nieves Ruiz

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Frases como “estudia una carrera si quieres prosperar y tener un futuro estable”, o “si consigues dos licenciaturas y un máster te comerás el mundo”, se encuentran en los recuerdos de quienes eran estudiantes hace unos años. Muchos las han seguido a rajatabla, y se han encontrado con que ese título universitario que abriría todas las puertas del triunfo laboral, no sólo no lo ha hecho, si no que se las ha cerrado.

La última crisis económica ha sido el motor que ha derrumbado estos viejos dogmas como si se trataran de un castillo de naipes. Ante la falta de puestos de trabajo, y la abundancia de candidatos, las empresas han dejado de mirar los títulos y másters para centrarse en encontrar aquellas pinceladas que marcan la diferencia.

Borja estudió FP1 en grado administrativo, después de tres años y hacer unas prácticas de dos meses, logró meter cabeza en una de las empresas más punteras de telefonía móvil de España. Hoy tiene un trabajo estable con un buen horario que le permite vivir de forma tranquila y feliz. Elena se formó en Derecho y Periodismo durante ocho años, después de hacer sus prácticas en un medio de comunicación con un buen resultado de trabajo, le dieron la noticia de que no podían hacerle un contrato. Había demasiada demanda de jóvenes universitarios que como ella querían trabajar en el periodismo. Siguió buscando empleo, pero incomprensiblemente no lograba acceder a ninguna entrevista, la razón que le daban era que estaba sobrecualificada, y ninguna de las ofertas se adaptaba a un perfil que exigía más experiencia y menos titulación.

Borja y Elena son dos claros ejemplos de una realidad que sucede en el mercado laboral. Las empresas de recursos humanos parecen obviar los títulos. Ya no importa que tengas carreras, doctorados o másters, lo que marca la diferencia es lo que transmites, y tu experiencia. Según comentaba Jose Antonio Herce, director Asociado de AFI durante el seminario Pensiones y Robotización organizado por EFPA España, “las empresas van a pasar de los títulos y las entrevistas, y se van a fijar en como te brillan los ojos y los zapatos. La titulitis se va a obviar. Nos enfrentamos a la necesidad de una reeducación para conseguir empleo”.

Según datos de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, durante el pasado curso 2016/2017 se ha producido un descenso del 1,4% en el número de estudiantes matriculados en grados universitarios. Este descenso se produce por quinto año consecutivo, y deja al sistema universitario español con la cifra de 1.300.000 estudiantes de grado.

La titulación no será necesaria para acceder a las profesiones del futuro

Las previsiones a futuro no son mejores. Según los últimos datos, dentro de 20 años, habrán desaparecido el 47% de los empleos que hoy en día conocemos. La tecnología, la Inteligencia Artificial y el Big Data, serán conocimientos que nos podrán abrir las puertas al mercado de trabajo.

Según nos dijo David Hurtado, technology strategist de Microsoft, durante la mesa redonda sobre la realidad de la Inteligencia Artificial en España organizada por ISDI, “buscamos gente con ganas de aprender, no miramos los estudios ni los títulos. Se acabó la titulación universitaria, ahora da igual. Lo que está más de moda es la Inteligencia Artificial y el 75% de nuestros trabajadores tienen conocimientos de Big Data, matemáticas y se manejan fenomenalmente con la tecnología”, comenta. “La respuesta que queremos oír no es un no sé hacer eso, si no un cuánto tiempo voy a tardar en aprenderlo”, nos cuenta.

Olga Blanco, responsable del área de Inteligencia Artificial en IBM, considera que “lo que ocurre es que están apareciendo nuevas profesiones y no hay estudios para ellas. Ninguna persona que compone mi equipo, imaginaba que se iba a dedicar a la Inteligencia Artificial. Pero ya no basta con terminar una carrera, se buscan trabajadores que tengan la mente amueblada y que tengan la capacidad de adaptarse a los nuevos retos que impondrá la tecnología y la Inteligencia Artificial”.

Pero no sólo las empresas marcan los nuevos requerimientos, si no que los trabajadores también marcan sus límites. La inestabilidad laboral ha hecho que perdamos el miedo el cambio, y el mayor problema al que se enfrentan las compañías es el retener a sus talentos. “Talentos hay, pero lo complicado es que tengan compromiso con tu empresa. Falta lealtad. Ya no se piensa tanto en el equipo si no en el yo” comenta Olga Blanco. “A esta generación no se le retiene por dinero, si no por el tiempo. Lo que los jóvenes buscan es el valor de su tiempo”, añade.

Pero si la falta de formación en un problema de cara a encontrar trabajo en el futuro, mayor lo es para los colectivos que caminan en la cuerda floja del desempleo como jóvenes, mujeres, inmigrantes, mayores de 45 años o desempleados de larga duración. Acción contra el Hambre ha puesto en marcha programas que favorecen la inclusión sociolaboral de estos sectores más vulnerables al desempleo. La base de su proyecto consiste en dotar a las personas de las competencias que hoy demanda el mercado laboral o que se requieren para poner en marcha y consolidar un negocio. Según comenta Olivier Longue, director general de Acción contra el hambre, “en la actualidad, para desempeñar un puesto de trabajo y para emprender son casi tan importantes los conocimientos técnicos como las competencias personales. Nuestros programas dotan a las personas de esas habilidades y destrezas que van desde saber crear y gestionar su red de contactos o ser más flexibles a tener capacidad de adaptarse al cambio o automotivarse”.