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La Eurozona se queda sin presupuesto anticrisis

Los líderes europeos acuerdan un línea presupuestaria específica para impulsar la competitividad y la convergencia pero no la estabilización

Jean-Claude Juncker saluda al canciller austriaco Sebastian Kurz, en Bruselas

Jean-Claude Juncker saluda al canciller austriaco Sebastian Kurz, en Bruselas / ARIS OIKONOMOU

Silvia Martinez

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La eurozona tendrá su presupuesto pero será mucho menos ambicioso y modesto de lo que en su día ideó el presidente francés, Emmanuel Macron, gran impulsor de la iniciativa. Los jefes de Estado y de Gobierno de la Eurozona han encargado a sus ministros que se pongan manos a la obra para crear un fondo específico dentro del presupuesto de la UE destinado a impulsar la “convergencia” y la “competitividad” entre los países del euro. Lo que no ha salido adelante, por la rotunda oposición de los países del norte y de Holanda, es la posibilidad de que sirva también como instrumento anticrisis para estabilizar a países en dificultades.

“Me da la impresión de que estamos avanzando pero no con suficiente rapidez”, se ha quejado el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. El mismo pesimismo ha transmitido el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. “No nos damos por satisfechos y así lo hemos hecho saber. Los avances son insuficientes”, ha lamentado tras la cumbre de la Eurozona celebrada este viernes. “Estamos convencidos de que la zona euro necesita un instrumento de estabilización para situaciones de crisis” y “trabajaremos intensamente sobre ello”, ha prometido. Lo mismo que ha hecho Macron que no abandona “la idea” ni “la voluntad”.

La declaración política adoptada por los líderes europeos rebaja todavía más las expectativas generadas durante el último Eurogrupo, cuando los gobiernos de la Eurozona dieron luz verde a un paquete de reformas, destinado a corregir los defectos estructurales destapados por la crisis, que ha quedado cojo y ha perdido fuelle por el freno echado por los países de la llamada “Nueva Liga Hanseática” y en la que figuran Holanda, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Irlanda o las repúblicas bálticas entre otros.

Del texto se ha caído la mención a la función estabilizadora del futuro presupuesto de la Eurozona, que los ministros del Eurogrupo empezarán a diseñar con el objetivo de adoptar un acuerdo en junio de 2019 de forma que pueda incluirse en el próximo marco presupuestario de la UE que cubrirá el período 2020-2027. Su volumen se determinará en el marco de estas negociaciones y estará sujeto “a los criterios y las orientaciones estratégicas” de los países del euro aunque las propuestas planteadas por la Comisión Europea en el futuro del marco presupuesto incluyen la creación de dos facilidades por valor de unos 50.000 millones.

Sin referencia a la garantía de depósitos

El acuerdo de los líderes europeos también hace oídos sordos a la creación de un Sistema Europeo de Garantía de Depósitos (EDIS en sus siglas en inglés), que genera enorme desconfianza entre los países del norte. En junio los líderes europeos reclamaron una hoja de ruta para finales de este año con el objetivo de empezar los debates políticos. No solo no han conseguido cerrar una hoja de ruta sino que desaparece de las conclusiones la leve mención incluida en el último Europeo. “Esperamos que en nuevas Eurocumbres podamos ver al EDIS con todas sus letras”, ha reivindicado Sánchez sobre un instrumento llamado a garantizar los ahorros de los europeos hasta los 100.000 euros independientemente de donde se encuentre su banco.

Los únicos avances, por tanto, se limitan al cortafuegos para la Unión Bancaria, un fondo de emergencia en caso de que el Fondo Único de Resolución no tenga recursos suficientes para hacer frente a quiebras bancarias y el refuerzo del Mecanismo Europeo de Estabilidad, que tendrá un mayor peso en la supervisión y gestión de los rescates bancarios.