Plante del consejo de administración de Fira de Barcelona a Miquel Valls

Los miembros de la dirección de Fira protestan por la forma como el presidente de la Cámara buscó el relevo al frente de la entidad ferial

Miquel Valls (izquierda) y Josep Lluis Bonet , en un acto del 2017.

Miquel Valls (izquierda) y Josep Lluis Bonet , en un acto del 2017. / periodico

Olga Grau / Salvador Sabrià

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En un gesto inédito, el consejo de administración de Fira de Barcelona ha hecho este mediodía un plante al presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Miquel Valls, como acto de protesta por las formas que ha utilizado en la negociación entre las tres instituciones de las que depende la Fira (la Cambra, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona) para nombrar al nuevo presidente de la entidad ferial.

En lugar de acudir a la reunión ordinaria del consejo de administración de Fira -formado por empresarios y ejecutivos-, al que estaba convocado Miquel Valls para explicar el estado de las negociaciones para la substitución del Josep Lluis Bonet al frente en la presidencia del consejo ferial, los consejeros han excusado su ausencia y se han ido a comer juntos al restaurante Windsor. Ha sido una medida de protesta por el hecho de que la última propuesta de futuro presidente se hizo pública en la prensa, concretamente en La Vanguardia, pocos días antes del consejo. A la reunión del consejo solo ha acudido su presidente actual, Josep Lluís Bonet, y el propio Valls. Ha sido Bonet el que ha decidido desconvocar la reunión pasado un tiempo prudencial, por falta evidente de quórum.

Todos los consejeros de la Fira consultados por este diario han coincidido en criticar las formas utilizadas por Valls en este proceso, con negociaciones con el Ayuntamiento y la Generalitat que hace ya más de dos años que duran. Los miembros del consejo de administración de Fira de Barcelona los propone la Cambra de Comerç de Barcelona, y en el caso de la presidencia, es el presidente de la Cambra el que tiene la potestad de proponer el candidato. En ambos casos, los nombrados cuentan siempre con el acuerdo de las dos instituciones de la plaza de Sant Jaume de Barcelona. 

Durante estos dos años de negociaciones, Valls ha ido filtrando sus candidatos a presidir la Fira, sin contar en muchos casos con el necesario visto bueno de las otras dos instituciones, en lo que podría consdiderarse como una política de hechos consumados. Pero detrás de cada filtración se han producido polémicas o no se ha llegado al necesario consenso. En este proceso, se han quemado nombres como los de los actuales consejeros de Fira Miquel Martí y Pedro Fontana, o los de futuros nuevos consejeros, como Kim Faura o Helena Guardans, que han ido apareciendo como presidenciables. La gota que colmó el vaso de la paciencia de los consejeros actuales fue la publicación de un acuerdo de Valls con la Generalitat y con el beneplácito del ayuntamiento para proponer de presidente al empresario  Pau Relat. 

"No tenemos nada contra Pau Relat, que quede claro", manifestó un consejero. El problema son las formas utilizadas por Valls, el "ninguneo" a las personas que forman parte del consejo, y lo que algunos consideran errores en la negociación con las instituciones por haberse hecho de forma excesivamente personalista. Se da la circunstancia de que, al margen de la crisis de gobernanza en la cúpula de la entidad, Fira de Barcelona volverá a conseguir este año un récord de facturación, según las previsiones provisionales de este ejercicio.

El siguiente paso en esta historia se vivirá el próximo 14 de diciembre, día en el que está convocado el consejo general de Fira Barcelona, formado por las tres instituciones que rigen la entidad ferial. Su presidenta es la alcaldesa de Barcelona Ada Colau y la vicepresidencia la ocupa Miquel Valls, en representación de la Cambra de Comerç. En esa reunión tendría que proclamarse, en principio, a Pau Relat como nuevo presidente del consejo de administración de Fira y todo apunta a que, pese a la polémica de este viernes, su candidatura logrará los votos necesarios.