Leroy Merlin invierte seis millones de euros en una tienda en el centro de Barcelona

Leroy Merlin ha decidido romper moldes y situar una tienda de 2.500 metros cuadrados en pleno centro de Barcelona. El modelo de negocio basado en 'hágalo usted mismo y algo más' penetra en nuevos terrenos para aprovechar el tráfico masivo de clientes, en horas bajas actualmente en el extrarradio de las ciudades y en pleno auge en Barcelona. La casa francesa de bricolaje, construcción y decoración abre local a partir de este viernes en el número 12 de la calle de Fontanella, a pocos metros de la plaza de Catalunya, tras una inversión de más de seis millones de euros. 

El nuevo local se distribuye en cinco plantas para la venta, abrirá de lunes a sábado, de 9.30 a 21 h y soporta el cosmopolita apellido de 'urban' con el objetivo de no perder la esencia del negocio pero adentrándose en nuevas competencias ya constatadas. Está en el punto de mira como competidor El Corte Inglés, casi enfrente, que ha potenciado mucho en los últimos años su oferta de bricolaje. Y también un referente local de Barcelona como Servei Estació. Y hasta el mismo Ikea. Y es que ese segmento del negocio comercial de los materiales y la decoración se ha mantenido vacunado ante la ofensiva Amazon y el comercio 'on line' y sigue siendo rentable. El consejo del vendedor se vuelve fundamental a la hora de afrontar reformas en casa y el piso turístico se ha convertido en el catalizador para reactivar la demanda.

Asegura el máximo responsable de la tienda Leroy Merlin en Fontanella, José Luis Yenes, que la tienda está enfocada a la experiencia de cliente y al briconsejo, y con zonas de exposición en torno al hogar. Además, la tienda incorpora zona de servicios y asesoramiento especializado y desarrollo de proyectos. Queda por saber que impacto tendrá en el tráfico rodado de la zona, ya bastante congestionada. El edificio, alquilado a Santa Lucía en un contrato a 20 años, dispone también de dos plantas más de aparcamiento para entrega de productos. 

Pisos turísticos

Leroy Merlin ha readaptado la oferta de productos habitual de la cadena al entorno y al hecho de reducir el espacio desde los 8.000 metros cuadrados de algunas de sus tiendas. Así, ha reducido el número de referencias expuestas de 45.000 a unas 10.000, intentando adaptar el elenco al cliente más aspiracional o a la compra impulsiva (en planta baja). Siempre quedará la posibilidad de disponer de 160.000 referencias bajo pedido. El plan de márketing ha contemplado que a 10 minutos alrededor hay del orden de 30.000 pisos turísticos y "habrá más", según Yenes. Son un mercado de reformas ávido de apuestas estilísticas, algunas de ellas recreadas en la tienda, como en el caso de las cocinas o los baños. "El 25% de la población en los alrededores de la tienda es de avanzada edad y sus pisos serán reformados en los próximos años", explica Yenes. Y Leroy Merlin quiere ser un centro de referencia para el vecindario.

Plantilla especializada

La clave del negocio deberá ser una plantilla altamente especializada, capaz de asesorar con solvencia y conectar con el cliente necesitado de ayuda. En total, unos 111 empleos directos, más otros 40 vinculados y 45 cuadrillas de instaladores cuidadosamente escogidos. Más del 20% de las ventas están asociadas a instalación y de la experiencia que tenga el cliente en todas las fases dependerá el éxito. 

El nuevo local de la calle de Fontanella mantiene los elementos arquitectónicos y propios de la historia del edificio. El número 12 de la calle Fontanella -urbanizada a finales del siglo XIX- acogió la Escuela Militar Ejercito (1913), los Almacenes Fontanella (1929), la casa de tejidos Herederas J.O Estruch (1953), la Escuela de Choferes (1958) y Seguros Santa Lucía (1990). Ahora, Leroy Merlin.