El Parlament insta al Govern a devolver las pagas extras

El Parlament ha aprobado este jueves una moción en la que insta al Govern a devolver a los funcionarios de la Generalitat las pagas extras del 2013 y el 2014. Los plazos en los que la moción considera que "es imprescindible" devolver las cuantías adeudadas son antes de finalizar el 2019 para la primera y antes de acabar el 2020 para la segunda. Así lo establece uno de los puntos de esta moción impulsada por la CUP, que ha obtenido el apoyo del resto de grupos parlamentarios, a excepción de JxCat y ERC, que se han abstenido.

"Para garantizar los derechos de los trabajadores públicos es imprescindible la devolución de las pagas extras de 2013 y 2014 que fueron recortadas. Devolución que se tendría que hacer antes de finalizar 2019 y 2020, respectivamente", estipula el punto de la moción. Unos plazos que vulneran el compromiso cerrado por el anterior ejecutivo, que firmó devolver un mínimo del 10% de la paga del 2013 antes de acabar el 2018.

Otro de los aspectos aprobados junto a esta moción, es la referencia a la ley de acompañamiento de los presupuestos para el año que viene y que abre la puerta a una revisión de determinados impuestos, como el de sucesiones o el IRPF.

En concreto, el texto subraya que para "impulsar el gasto público y redistribuir la riqueza se hace necesario" que la ley de medidas fiscales y financieras que debe acompañar a los presupuestos para 2019 "incorpore modificaciones fiscales para aumentar la progresividad en la recaudación del impuesto de sucesiones, el IRPF e impulsar medidas de fiscalidad ambiental". Este punto de la moción, en cambio, si que se ha aprobado con la mayoría holgada de todos los grupos del hemiciclo a excepción de Ciudadanos, que se ha abstenido, y del PPC, que ha votado en contra.

Además, el Parlament ha exigido al Govern que ayude a las empresas de "carácter local" y "trabaje para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores".

Por otra parte, el Parlament ha rechazado por gran mayoría otro punto de la moción donde se pedía transformar el Institut Català de Finances (ICF) en una institución de banca pública, con los votos en contra de todos los grupos parlamentarios a excepción los "comuns" y la CUP.