INVERSIÓN

El alza de alquileres impulsa al restaurante 'fast fashion'

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Eduardo López Alonso / Barcelona

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La restauración en España mantiene ritmos de crecimiento elevados acordes con los seis años consecutivos de crecimiento económico. Con un gasto en restauración estimado en 100.500 millones de euros en España, el pastel del cuchillo y tenedor atrae también como fórmula de inversión. La consultora inmobiliaria Cushman & Wakefield constata en su último informe Food & Beverage que "los operadores de restauración organizada están pujando por los locales en el centro de las ciudades que tradicionalmente han demandado firmas de moda y 'retail". 

En total, este estudio ha identificado más de 1.300 aperturas en los últimos 18 meses y 4.500 en cinco años. En los próximos 18 meses se prevé que el ritmo de aperturas se frene como consecuencia del incremento de los precios de los locales, aunque en C&W calculan que se abrirán al menos otros 400 restaurantes en año y medio.

Los bajos tipos de interés han hecho de la restauración una vía para obtener rentabilidades superiores a la mayoría de instrumentos financieros alternativos. Y además con niveles de riesgo relativamente bajos, al menos en las ubicaciones más exclusivas. El informe sitúa la rentabilidad típica de los restaurantes en España en el 5%, aunque los alquileres acumulan ya una subida del 40% en los últimos tres años. Del factor alquiler depende en buena medida la rentabilidad futura.  En opinión de Ignacio Acha, director de 'retail high Streets de Cushman & Wakefield, "la alta competencia está obligando a los restaurantes a reinventarse tanto desde un punto de vista gastronómico como de experiencia de ocio. Cualquier tamaño de local se puede adaptar a algún estilo de restaurante".

El precio por metro cuadrado oscila mucho según la ubicación. Entre los 20 euros y los 100 euros el metro cuadrado al mes. Y los expertos apuntan a la atención especial por los locales de más de 600 metros cuadrados, muy demandado pero con escasa oferta en la actualidad. 

Del fast food al fast casual

De la base de datos analizada de la aperturas de los últimos años destaca el crecimiento de las líneas de negocio englobadas en lo que los expertos bautizan como fast casual, que en el 2017 superó por primera vez al fast food. El 32% de las nuevas aperturas de restaurantes se engloban en esta denominación, entendida como comida rápida, tícket medio un 30% más elevado que el fast food y dirigida especialmente a clientes jóvenes, los milenials nacidos en la década de los 80. Son clientes con creciente poder adquisitivo y principal motor del ocio en la actualidad y objetivo prioritario de las cadenas con mayor expansión.

El fast fashion

Los expertos advierten también de nuevas líneas de negocio que crecen en otros países europeos y que están llamadas a ocupar un hueco especial en la competida restauración de calidad. Se trata de una derivada de las cadenas actuales Fast Casual rebautizada como los nuevos restaurantes Fast Fashion, nacidos "ante el desafío de los nuevos 'retailers' de restauración de rentabilizar sus localizaciones, muchas de ellas 'prime', ya sea por la vía del tícket medio o por la de la afluencia", explica el informe de C&W. En efecto, los restaurantes están sofisticándose como consecuencia de la presión de los costes inmobiliarios, que obligan a reinventar fórmulas, capaces de atraer a los clientes. 

El nuevo Fast Fashion viste de seda una experiencia gastronómica sin alardes. Una de las cadenas enclavadas en esta categoría es Big Mamma, cadena de un grupo francés de cocina italiana, de éxito notorio actualmente en París afirman los expertos de C&W. La idea de este 'fast fashion' es ofrecer en cuidado restaurante 'discount', una experiencia paragastronómica a menos de 20 euros. El plato estrella es una pizza margarita a 5 euros. Otra propuesta que destacan los autores del informe es Honest Green, apuesta 'healthy' de precio bajo y servicio rápido. 

Para los restaurantes de lujo, la salida principal sigue estando en torno a los hoteles. El tícket medio se sitúa entre los 670 euros la pareja y los 2.790 euros en el restaurante más caro del mundo, el Sublimotion de Ibiza. Restaurantes de primera categoría pueden tener precios más bajos, pero casi siempre a costa de ubicaciones menos exclusivas o en propiedad, que no erosionan tanto la cuenta de resultados. 

Atracción en el centro comercial

Una de las claves del éxito económico financiero de los nuevos restaurantes es su capacidad para atraer por si mismos a los clientes. Eso es especialmente relevante en el caso de los centros comerciales que apuestan ya por las zonas de restauración como polo de atracción más que como complemento a las tiendas. "La idea ahora es que la oferta de F&B y de ocio provoque por sí sola la visita a los centros comerciales. Esto cambia el modelo tradicional en el que ir de compras y, de paso, consumir restauración era el proceso normal de visita de los clientes", explican los autores del informe. En cualquier caso, la principal ubicación de los nuevos restaurantes es a pie de calle, pese a las crecientes dificultades para encontrar el local idóneo y los elevados costes de remodelación.