Pronósticos

Bruselas empeora la previsión de crecimiento y duda de los presupuestos de Sánchez

Pierre Moscovici

Pierre Moscovici / periodico

Silvia Martinez

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La Comisión Europea vuelve a empeorar la previsión de crecimiento de España que crecerá un 2,6% en 2018 y un 2,2% en 2019, dos décimas menos de lo pronosticado en verano, con un agujero presupuestario que también será mayor del esperado. El déficit público se situará a finales de año en el 2,7% del PIB (frente al 2,2% prometido a la UE) para bajar al 2,1% en 2019 (frente al 1,3%). Como telón de fondo, unos presupuestos para 2019, pactados por el Gobierno de Pedro Sánchez y Podemos, con unas previsiones de ingresos que Bruselas no termina de creerse y rodeadas de mucha “incertidumbre”.

Los técnicos comunitarios corroboran que el crecimiento seguirá siendo robusto –del 2,6% en 2018, 2,2% en 2019 y 2% en 2020- y que España seguirá por encima de la media de la Eurozona -2,1%, 1,9 y 1,7% respectivamente- aunque la economía registrará una desaceleración debido a la contención del gasto privado, la subida de los precios del petróleo y la absorción de la demanda acumulada. El resultado es que la tasa de ahorro de los hogares, que alcanzará un mínimo histórico este año, volverá a recuperarse en 2019 y a aumentar en 2020.

La radiografía confirma también que la reducción del déficit se ha ralentizado por las medidas incluidas en el presupuesto de 2018 - aumento del gasto en pensiones, el incremento salarial para los empleados públicos y, en menor medida, la rebaja de impuestos para las personas con bajos ingresos - y aunque el desvío presupuestario seguirá reduciéndose (al 2,1% en 2019 y 1,9% en 2020), el “impacto neto de las medidas previstas en el borrador presupuestario de 2019” no será tan positivo como el que augura el gobierno.

80.000 empleos menos en dos años

Entre ellas, por ejemplo, Bruselas menciona la subida del salario mínimo interprofesional. Los técnicos comunitarios admiten que el aumento salarial "continuará sosteniendo el crecimiento de la renta disponible durante el horizonte de las previsiones", gracias a un aumento de la masa salarial del 0,35%, pero avisan de que tendrá un impacto negativo en la creación de empleo y que dejarán de crearse entre 70.000 y 80.000 puestos de trabajo en dos años.

Según el nuevo cuadro, España también incumplirá el ajuste estructural exigido por la UE que será de 0%, lejos del 0,65% reclamado por Bruselas y del 0,4% prometido por la ministra de economía, Nadia Calviño. El comisario de asuntos económicos, Pierre Moscovi, ha cifrado el esfuerzo en el 0,1% aunque de momento ha optado por quitar hierro a unas diferencias que según ha dicho son “absolutamente normales” y ya se han dado en el pasado. “No es nada excepcional. Ya ha ocurrido en el pasado y con gobiernos anteriores. Nuestra cooperación con las autoridades españolas ha sido muy buena y toda la información que hemos podido se nos ha aportado”, ha explicado en rueda de prensa.

Ingresos inflados

Bruselas hace acuse de recibo de las previsiones de aumento de ingresos del Gobierno gracias a los impuestos medioambientales, del impuesto de sociedades y el IRPF, así como la tasa a las transacciones financieras y la tasa Google, que ayudarán a compensar el aumento del gasto en pensiones, dependencia y baja de paternidad. Pero admite que “existe incertidumbre” sobre el rendimiento que tendrán algunas de estas medidas impositivas y del impacto fiscal del aumento previsto con el salario mínimo.

De ahí que hayan optado por una “evaluación cautelosa de las medidas incluidas en el plan presupuestario de 2019”. Por ejemplo, según los técnicos comunitarios, algunas de las partidas de ingresos están infladas y algunas de gasto infravaloradas. Es el caso de la recaudación de las cotizaciones sociales a cuenta de la subida del salario mínimo que en Madrid cifran en 1.500 millones y que la Comisión sitúa cerca de los 1.000 millones. También es el caso de la tasa digital y de las medidas de lucha contra el fraude fiscal que según Bruselas dejarán unos ingresos inferiores a lo previsto por España, del 20% en el caso de la tasa Google y del 50%  la lucha contra el fraude.

Algunas medidas podrían no ejecutarse

Además, el Ejecutivo comunitario teme también que algunas de las medidas de gasto planificadas por el Gobierno de Pedro Sánchez podrían “no ejecutarse en su totalidad” debido a las elecciones municipales del próximo año. Y alerta de nuevo de que las compensaciones que tendrán que pagarse tras la decisión del Tribunal Supremo de febrero de 2018 de declarar nula la concesión de agua de ATLL en Catalunya podría aumentar el agujero del déficit público.

Bruselas confirma también que la deuda pública seguirá cayendo aunque muy lentamente: al 96,9% en 2018, 96,2% en 2019 y 95,4% en 2020. Lo mismo ocurrirá con la tasa de desempleo que caerá al 15,6% este año, al 14,4% en 2019 y 13,4% en 2020, el nivel más bajo desde que estallara la crisis financiera hace una década. Con todo, el mensaje que sale de Bruselas no es positivo. “Se espera que el crecimiento del empleo se ralentice como consecuencia de la desaceleración de la demanda final, así como el efecto amortiguador del aumento previsto en el salario mínimo”, sostiene el Ejecutivo.