Lesmes niega llamadas de ningún banco

El presidente del Supremo pide perdón por la mala gestión del impuesto de las hipotecas

El presidente del Supremo, Carlos Lesmes, en un acto judicial.

El presidente del Supremo, Carlos Lesmes, en un acto judicial. / periodico

Ángeles Vázquez

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El presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, ha aprovechado las jornadas de puertas abiertas del alto tribunal, para salir al paso de la polémica suscitada tras la sentencia que adjudicó a los bancos el pago del impuesto de actos jurídicos documentados de las hipotecas y la insólita reacción del presidente de la Sala Tercera, Luis María Díez-Picazo, de avocar al pleno los siguientes recursos sobre el mismo asunto. Lesmes ha optado por una práctica que afortunadamente cada vez es más habitual: pedir disculpas. En su caso, "a los ciudadanos", por la "deficiente" gestión de este asunto, que sabe que ha generado "un daño y una desconfianza" en el Supremo que cree que no merece.

Tras negar haber recibido llamadas de la banca alertando de "riesgos sistémicos", recordó que fue el alto tribunal el que declaró abusivas las cláusulas suelo o las de gasto y apeló a que lleva "206 años trabajando, al servicio de todos, ni a favor ni en contra de ningún sector". Así quiso tranquilizar a la ciudadanía de cara al pleno del 5 de noviembre, en el que los 31 magistrados de la Sala Tercera (los dos nombrados este jueves, uno de ellos, el abogado del Estado en la causa del 9-N del Tribunal de Cuentas, no participarán) determinarán si convalidan el cambio jurisprudencial producido en los impuestos de las hipotecas, pero fijando el alcance de los créditos de este tipo a los que afectan, o, lo que parece menos probable, vuelve a la situación anterior. 

El resultado de ese pleno es imprescindible para que la Sala de lo Civil resuelva los recursos que también le llegan sobre este asunto. Este jueves dejó en suspenso la deliberación de cuatro hasta conocer el criterio que fijará la de lo Contencioso. Y para la Comisión de Economía del Congreso que trabaja en la nueva ley hipotecaria, que fijará los gastos que debe pagar el banco y el comprador al adquirir un inmueble, en función de lo que decida el alto tribunal.

Sin generar desconfianza

Lesmes explicó que el día que se hizo pública la sentencia de las hipotecas mantuvo varias conversaciones telefónicas con Díez-Picazo en las que le propuso redactar una nota aclaratoria para "despejar incertidumbres", sin "generar desconfianza", respecto a ciertas "cuestiones inciertas" con las que los medios estaban interpretando la resolución. Díez-Picazo "me dijo que no estaba de acuerdo, y un tiempo después me comunicó que iba convocar un pleno de la Sala Tercera para que resolviera los asuntos pendientes", explicó el presidente del Supremo.

La "percepción" de que lo que pretendía Díez-Picazo era dar marcha atrás ha producido "un gran daño reputacional" al Supremo, lamentó Lesmes. No obstante, descartó actuar contra él, porque, dijo, "es un buen magistrado", que "ha desempeñado una labor encomiable en el tribunal". "No se trata tanto de hacer una caza de brujas como de aprender de los errores y procurar que no se vuelvan a cometer", añadió.

La Sala Segunda del alto tribunal ha rechazado la querella de Podemos contra Díez-Picazo, porque debía haberse dirigido a la prevista en el artículo 61 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que es la competente para actuar contra presidentes de Sala del alto tribunal.