'caso Caixa Catalunya'

El alza del salario de Todó y Massana pretendía "retenerlos", según Llardén

Declaración de Todó en la Audiencia de Barcelona.

Declaración de Todó en la Audiencia de Barcelona. / periodico

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El exvicepresidente segundo de Caixa Catalunya Antonio Llardén ha asegurado que el aumento de sueldo aprobado en enero del 2010 para el entonces director general de la entidad, Adolf Todó, fue una "medida de sentido común para intentar mantener al timón (de la entidad) a un equipo directivo potente", al que había que pagar una "retribución de mercado". Llardén, que fue consejero de la antigua caja entre el 2004 y el 2010, ha declarado este martes como acusado ante la Audiencia de Barcelona por el caso de los sobresueldos abonados a la cúpula de la entidad, que luego se transformó en CatalunyaCaixa tras fusionarse con Caixa Manresa y Caixa Tarragona.

La Fiscalía pide para Llardén dos años de cárcel por un delito de administración desleal por votar a favor del aumento de sueldo fijo y variable de Todó y del exdirector general adjunto, Jaume Massana, en un consejo de administración celebrado el 19 de enero del 2010, pocos meses después de que el FROB inyectara 1.250 millones en la entidad financiera. Llardén, que actualmente es presidente ejecutivo de Enagás, ha asegurado que Caixa Catalunya fichó a Todó en el 2008 procedente de Caixa Manresa con la promesa de situar su salario en la media del sector financiero, y que su remuneración se estableció siguiendo "como patrón" un informe encargado a la consultora Hay Group.

Llardén, que también formó parte de la comisión de retribuciones de la antigua caja, ha concluido que el consejo de administración tomó una decisión "razonada y no arbitraria" al incrementar el sueldo fijo de Todó de 700.000 a 800.000 euros, porque el informe de esa consultora determinaba que la "media" de retribución de la alta dirección del sector financiero estaba en el 2010 en torno a los 800.000 euros. "Lo último que se nos pasó por la cabeza era decir (a Todó) no te pagamos lo que habíamos dicho y si te enfadas y te vas, mejor", ha asegurado el acusado, que ha añadido que en el 2010 la sensación del consejo de administración era que la entidad "podía salir adelante".

En la sesión del martes, Todó econoció que el fichaje por Caixa Catalunya le supuso incrementar sus ingresos el 30% y que estos aumentaron pese a la crisis de la entidad. En su declaración afirmó que se ausentó en la votación del consejo de administración de enero del 2010 que autorizó su aumento de sueldo fijo y variable, y hoy Llardén ha avalado esa versión, pese a que no se reflejó en ningún acta. "Recuerdo perfectamente que Todó se ausentó porque se lo solicitó el presidente Serra", ha dicho Llardén, que ha añadido: "Entiendo que se ausentó para no votar", ha dicho.

Llardén ha explicado que, en los consejos de administración a los que asistió, Todó solía ofrecer información sobre el contexto económico general y otra más detallada sobre la situación específica de la caja, y que el consejo era consciente en el 2010 de que había una "crisis económica terrible" en marcha pero a la vez creía que la caja era viable y que podía devolver el préstamo del FROB, ha añadido. "La idea de fichar a Todó era para salir de una situación difícil. (...) Todó tiene muchas virtudes, pero no era simpático, aunque todos teníamos claro que era un ejecutivo fuerte y supo traer detrás de él a un equipo directivo potente", ha rememorado Llardén. Ha querido remarcar que en las auditorías externas de todos esos años, también la de 2010, el auditor de la entidad financiera no hizo ninguna salvedad a las cuentas presentadas.

Llardén ha querido aclarar que, como miembro de la comisión de retribuciones, no hacía propuestas concretas, sino que se limitaba a valorar si las iniciativas que le presentaban estaban fundamentadas con "documentos serios" antes de trasladarlas al consejo. Además, ha expresado su malestar ante el tribunal por el "halo" que se ha creado en torno a los sobresueldos en la entidad.

"Se creó un halo de que éramos unos directivos, que ganábamos unos sueldos del carajo, que nos los aumentamos y que incluso teníamos 'tarjetas black'", ha dicho, y ha subrayado que él simplemente cobró dietas, por las que percibió unos 46.000 euros en el 2010, según el fiscal.