A 1.000 KM POR HORA

Hyperloop, el tren del futuro, podría ser una realidad en cinco años

Los directivos de la empresa que ha diseñado el tren del futuro frente al vagón que se ha presentado.

Los directivos de la empresa que ha diseñado el tren del futuro frente al vagón que se ha presentado. / periodico

Julia Camacho

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Todo lo que rodea al ‘Hyperloop’ marea. Aspira a rodar a 1.200 kilómetros por hora, casi la velocidad del sonido (1.234,8 kilómetros por hora) y muy por encima de cualquiera de las más modernas aeronaves, y lo hará dentro de un tubo en vacío parcial, garantizando la velocidad por la falta de fricción con la vía. Varias compañías internacionales aspiran a llevarse el gato al agua y ser los primeros en poner en marcha el denominado tren del futuro, pero de momento, Hyperloop Transportation Technologies (HTT) cobra ventaja y ya ha presentado su primera cápsula de pasajeros en tamaño real, fabricada en España, y que el año que viene empezará ya sus pruebas en pistas comerciales. Su objetivo es que esté listo en cinco años.

Con una espectacular puesta en escena, los directivos de HTT mostraron al público por vez primera a su ‘bebé’: un vagón de 32 metros de largo fabricado en fibra de carbono y que ha necesitado cerca de 30.000 horas de trabajo entre ingeniería, ensamblaje y montaje en las instalaciones que la empresa Carbures, rebautizada como Airtificial y especializada en ingeniería e inteligencia artificial para el sector aeronáutico y de la automoción, tiene en Cádiz.

Se trata de una estructura “inteligente” revestida de una capa de sensores que permiten conocer en tiempo real y con total precisión el comportamiento de sus elementos, desde temperaturas excesivas a deformaciones o roturas, lo que minimiza costes de mantenimiento y aumenta la seguridad, señalan. Su exterior, de forma sinuosa y galardonado en certámenes internacionales, tampoco defrauda. Pese a sus cinco toneladas de peso, la fibra de carbono garantiza una mayor resistencia y dureza, además de mayor ligereza que el metal, algo fundamental para viajar en levitación magnetica en un entorno de baja presión creado con bombas de vacío. “Es brutal”, atinaba a decir una sorprendida presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.  

“Estamos orgullosos de superar los límites en materiales inteligentes de transporte y fabricación” explicó el cofundador y presidente de Airtificial, Rafael Contreras, quien destacó que este “avión sin alas” será “probablemente el vehículo de transporte más seguro del mundo” gracias a su construcción con un alto porcentaje de material compuesto, en torno al 90 por ciento. La empresa ya ha logrado además el contrato para fabricar el tubo por cuyo interior circulará el tren, que podría unir Cádiz y Barcelona en apenas una hora, aunque sus primeros clientes estarán en Emiratos Árabes y China.

Dirk Ahlborn, CEO de HTT, no podía ocultar la emoción ante un día “histórico”, subrayando que la cápsula “formará parte del sistema de transporte más eficiente jamás creado”. Según explicó, el vagón será trasladado ahora a la sede de Toulusse (Francia), para el ensamblaje de las piezas en su interior y su integración en el sistema antes de empezar las primeras pruebas en pistas comerciales. Para Ahlborn, la locura salida de la mente del fundador de Tesla, Elon Musk, es ya una realidad. Según sus cálculos, el primer tren Hyperloop estará listo en tres años para subir viajeros a bordo, y en cinco años podrían comenzar los viajes comerciales. Y con un coste menor que la alta velocidad, detalla, en torno a los 20 millones de dólares por kilómetro.

Superado como parece el reto de la construcción y la aerodinámica, queda por delante superar las trabas de la regulación que conllevará este nuevo medio de transporte, como reconoció el propio Ahlborn. Bibop Gresta, presidente y cofundador de HTT, explica que ya “hemos tomado medidas importantes para resolver las regulaciones de cada país” y están trabajando con los gobiernos para crear ese marco regulador, que confían que llegará gracias a sus certificaciones de seguridad.