Transportes

Ryanair anuncia 36 nuevas rutas en España en verano del 2019 pese a las huelgas

La aerolínea asegura estar dispuesta a adaptar los contratos irlandeses a la legislación española

Unos pasajeros desembarcan de un vuelo de Ryanair.

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Sara Ledo

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Ryanair da un giro radical a su política de comunicación. Si hace unos meses amenazaba con reducir su plantilla y su flota si había más huelgas ahora, cuatro días después de los paros de los tripulantes de cabina en España y otros cinco países y con la posibilidad de nuevas huelgas sobrevolando la cabeza de los sindicatos, anuncia 36 nuevas rutas en España el próximo verano para hacerle frente a un conflicto que, según el director de marketing de la aerolínea, Kenny Jacobs, prevén resolver "antes de Navidad".

La aerolínea consolida de esta forma a España como su primer mercado, y pasará a operar más de 600 rutas el próximo verano y a transportar más de 48,3 millones de clientes desde y hacia España en el conjunto del año. Entre ellas se estrenará una nueva conexión entre Barcelona y Kiev y otra Reus-Gansk, así como nuevas conexiones a la base de la compañía en Londres Southend.

Entre las ciudades que Ryanair conectará con Londres Southend destaca -además de Barcelona, Reus, Málaga, Alicante y Palma- Bilbao que se suma así a una lista de 27 aeropuertos en los que opera Ryanair en España, en 13 de los cuales tiene base la compañía.

Contratos españoles

"Queremos que sea España el próximo mercado en el que lleguemos a acuerdos". Así de optimista se presentaba este martes por la mañana Kenny Jacobs en una rueda de prensa en Madrid. La compañía asegura que aceptará "contratos españoles, impuestos españoles y ajustarse a la legislación española", pero no saben cuándo ni cómo. Además, según Jacobs, no todos los trabajadores quieren contratos españoles, ya que hace tres años la compañía ofreció contratos bajo legislación local en España y la mayoría dijeron que no "porque implicaban menores beneficios".

Pero además, Jacobs ha introducido un nuevo actor en juego, el Gobierno irlandés, que según el director de marketing de Ryanair tiene una de las llaves del acuerdo, o al menos sobre el momento de su puesta en vigor: "El Gobierno irlandés es parte de la solución porque supone un cambio en las legislación impositiva irlandesa, pero ya hemos empezado a hablar con ellos”, contó Jacobs a EL PERIÓDICO, aunque no supo aclarar de qué cambios se trataba. 

Los 'azafatos' contradicen a la compañía

Un discurso que se aleja bastante de la versión de los sindicatos de tripulantes de cabina USO y Sitcpla. Según USO, en el año 2012, una nueva normativa ofrecía la posibilidad de cambiar "solo" la Seguridad Social a España y nadie se acogió al cambio porque les bajaban el sueldo para compensar el sobrecoste y el año pasado Ryanair ofreció a los trabajadores contratados a través de las agencias -Crewlink y Workforce- salario base y Seguridad Social española, pero "nunca" contratos españoles. "Jamás se ofreció legislación española, cuentas corrientes en España o tribunales españoles a los TCPs", según un 'azafato' de Ryanair. 

Además, los representantes sindicales de USO y Sitcpla -Ernesto Iglesias y Antonio Escobar- son trabajadores de Norwegian e Iberia respectivamente, elegidos por los trabajadores de Ryanair en estos sindicatos para que les representen, y la aerolínea es tajante en que no se sentará a negociar con ellos, sino que solo lo hará con trabajadores de Ryanair. "Ellos pueden tener alguna presencia, pero no queremos que estén en la mesa de negociación. Nosotros no vamos a negociar con alguien que trabaja en la competencia”, agregó Jacobs a EL PERIÓDICO.  

No más cerca de los pilotos

Los pilotos no viven una situación muy diferente, representados por el sindicato Sepla, tienen una demanda en la Audiencia Nacional interpuesta a la compañía y aunque se reunieron con la compañía a mediados de septiembre con la predisposición de acercar posturas no alcanzaron ningún acuerdo y desde entonces las conversaciones son inexistentes, según fuentes sindicales. 

Jacobs confía en volver a Madrid con un acuerdo debajo del brazo antes de Navidad. Y tendrá que darse prisa, porque a tenor de las versiones de ambos, sindicatos y compañía están todavía muy lejos de acercar posturas.